Se acerca el verano y con él los planes gastronómicos se reinventan con nuevas propuestas. Es el caso de Casa Solla, que cumple 30 años y, en lugar de montar una celebración única, lo reparte a lo largo de los domingos de julio, agosto y septiembre.
El restaurante pontevedrés, que cuenta con una estrella Michelín, acogerá cada fin de semana “Un domingo cualquiera”, una especie de fiesta continuada que empezará antes de comer y terminará con la caída del sol. Música en directo, comida y bebida en un escenario inigualable: el precioso jardín que rodea las instalaciones de uno de los templos de la gastronomía gallega y española.
“Se trata de pasar un día entero de fiesta en Casa Solla, un domingo especial, un plan distinto”, explica Pepe Solla, que aclara además que las comidas del domingo se pasan a la noche del jueves para seguir ofreciendo 10 servicios semanales. Y ahonda en la propuesta: “Se trata de llegar entre la una y las dos menos cuarto, y a lo largo de todo el día habrá un brunch informal. Serviremos un aperitivo para recibiros a primera hora, luego cosas más potentes, alguna barbacoa de carne… una comida muy informal tipo brunch bufé. Por supuesto, acompañado de bebida, mucha bebida, y de postres. A media tarde serviremos algo más para picar. Sobre las siete empieza la música en directo y a las ocho y media hay un último picoteo para que te vayas cenado a casa”, explica el cocinero.
La programación es sorpresa, no hay un cartel preestablecido. Habrá de todo, desde grupos consagrados hasta otros más desconocidos. Y tampoco hay plan B: si llueve, hay que cancelar –con devolución del dinero de la entrada–.
Las entradas, a 82€ por persona –bebidas aparte–, se pusieron a la venta el pasado lunes. Y en pocas horas ya se han agotado todas las reservas para los meses de julio, agosto y septiembre. Pero hay una segunda oportunidad: para cada domingo hay bloqueadas 8 entradas, que se pondrán a la venta el viernes anterior a través de su página web.