Nueva noche movida en la novena edición de MasterChef y, una vez más, la concursante gallega se posiciona en el medio de la polémica. Bien es cierto que la de ayer no fue la mejor noche de Ofelia y, por eso, está recibiendo muchas críticas por su actitud en la prueba de exteriores, pero sería injusto obviar que fue una de las mejores ante los fogones. Al fin y al cabo, este concurso va de cocinar y hacerlo bien. Pero su buen hacer culinario parece que solo sirvió para convencer a los jueces, porque en Twitter le dieron por todas partes. Y es que el huracán Ofelia sigue siendo uno de los motivos por los que los espectadores se quedan pegados en el sofá hasta horas intempestivas de la madrugada en un formato que cada vez tiene más de show y menos de reality.
La prueba de exteriores fue la más polémica del programa de ayer, pero en realidad lo es en todas las ediciones. Es el cocinado en el que se elige solo a un capitán para ambos equipos y que siempre acaba en bronca. Ayer le tocó a María, “la Barbie de Tomelloso” la responsabilidad de dirigir a sus compañeros y, aunque no se lo pusieron fácil, también es cierto que la capitana demostró poco conocimiento en la preparación de los platos. Su enemiga, Ofelia, aprovechó la ocasión para ponerle las cosas claras y, aunque se le fue un poco de las manos, lo hizo con una única misión: sacar adelante la prueba y librarse un martes más del cocinado en el foso. Aún así, antes de iniciar la prueba de explulsión la jinete pidió perdón, un acto que le honra pues pocas veces se ha visto a una concursante demostrando arrepentimiento por la acitud mostrada en cocinas. Si algo tiene la de Santiago es espontaneidad y eso es lo que hace que la línea entre el amor y el odio sea tan fina para algunos espectadores.
Los jueces otorgaron el privilegio -la trampa con papel de regalo- de ser la que manda en la prueba de exteriores a María al haber sido la mejor en el primer cocinado, en el que ayer se jugaron el delantal dorado, que salva a la concursante de ir a eliminación. Pero, aún disponiendo de tal privilegio los jueces decidieron castigar a María llevándola al foso junto a sus compañeros del equipo rojo, Meri, Arnay y Toni.
El foso
La comida india fue la protagonista del cocinado de expulsión en el que Meri -que tampoco pasó por su mejor noche-, Arnau y Toni se batieron en duelo con la preparación de diferentes tipos de curry. En los duelos también participó María como castigo por su poca mano izquierda como capitana en exteriores, pero subió rápido a la grada tras batirse con Meri que fue la siguiente clasificada con un acertado curry de pollo.
La final se disputó entre Arnau y Toni, que han mostrado desde el principio una actitud prepotente frente a sus compañeros. Ayer mismo, definían, muy empoderados, su duelo como una "batalla de gladiadores" cuando en realidad habían sido los peores del programa. La noche terminó con la salida de Toni y un paso más para la concursante gallega Ofelia que, contra viento y marea, ya se encuentro a las puertas de la semifinal.