Tras años de pleitos y procesos administrativos, los propietarios de viviendas en la urbanización de O Vinculeiro, Ciudad Jardín, podrán disponer en pocos meses de sus licencias de ocupación de vivienda, aun cuando hace décadas que residen en ellas.
La quiebra de la empresa que puso en marcha la urbanización de viviendas dejó a los propietarios en un estado de desamparo, ya que no podían obtener la licencia hasta que las obras de urbanización estuviesen concluidas, algo que ahora se conseguirá realizar gracias a la ejecución de la garantía bancaria por parte del Concello y a una aportación complementaria de las arcas municipales para concluir todas las obras de acondicionamiento del entorno.
Así, el alcalde, Ángel Mato, y el edil de Urbanismo, Julián Reina, dieron cuenta ayer de la ejecución del aval por una cuantía de 549,568 euros, que se completará con la aportación municipal de 145.638,90 euros, y que conjuntamente permitirán hacer frente a unos trabajos que se licitarán en breve por un importe de 695.207,56 euros.
Con esta medida, como explicó el regidor local, se pretende regularizar la residencia de unas 60 familias que llevan años esperando que se resuelva el problema a inicio de la construcción, en el año 2005. En 2007 surgieron los problemas y comenzaron las demandas de los propietarios que, hace más de una década, luchan por su licencia de primera ocupación.
Entretanto, el Concello habilitó una serie de medidas excepcionales para que los residentes pudiesen contar con los servicios básicos pero hasta que se concluya la urbanización, a la que ahora se hará frente, no estarán debidamente legalizados. De todos modos, continúa un procedimiento judicial por la deuda que la promotora mantiene con el Concello y que suma en torno a un millón de euros.
En cuanto a las obras que se llevarán a cabo este año, el responsable de Urbanismo, Julián Reina, explicó que los pliegos están ya en contratación y la partida económica necesaria está reservada para acometer una obra que cuenta con un plazo de ejecución estimado de siete meses y que comenzarán antes de que finalice este año.
Los trabajos son variados e incluyen desde reposición de elementos a iluminación, pasando por rozas de las zonas verdes, intervenciones de aceras y calzada o señalización pertinente.
También permitirá que las residencias dispongan por fin de un servicio de abastecimiento de agua adecuado.