Meirás abrió sus puertas casi siete meses después de su entrega la Administración General del Estado, en cumplimiento de la sentencia del Juzgado de A Coruña que confirma la titularidad pública del pazo. Lo hizo para acoger la firma del protocolo general de coordinación temporal de actuaciones entre el Gobierno y las instituciones interesadas (Xunta, Diputación y Ayuntamientos de Sada y A Coruña), a la que asistió la vicepresidenta primera del Ejecutivo, Carmen Calvo.
Así, acudieron, además de la vicepresidenta, el secretario de Estado de Memoria Histórica, Fernando Martínez; el conselleiro de Cultura de la Xunta de Galicia, Román Rodríguez; el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones; el presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso; la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, y el regidor de Sada, Benito Portela.
En su intervención, la ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática solicitó a las instituciones que gestionen el pazo que lo hagan de forma "leal" y "eficiente” para narrar de forma "fidedigna" la historia.
"Nuestro paso por los cargos es efímero, pero nuestras firmas y nuestra presencia hoy aquí significa mucho", indicó.
En este sentido, la vicepresidenta, que a su llegada a Meirás se acercó a hablar con los representantes de los colectivos de la memoria que acudieron a protestar para exigir "menos fotos e máis memoria", insistió en que para "proyectar la memoria democrática al futuro" se necesita "tener acreditada la verdad del pasado", con la esperanza de poder entregar a los más jóvenes el legado de "la dignidad".