Después de su exhibición del año pasado los que no querían ver en Pogacar a un ganador esperaban que pasase por esta edición del Tour sin pena ni gloria. Lo sentimos por ellos, que deben de estar rabiosos por su mal ojo. El esloveno se ha llevado el maillot amarillo, el de mejor ciclista joven y el de la montaña. Es que todo se le da bien. La nuevas generaciones vienen arrasando. Menos mal que Mark Cavendish se ha erigido en líder de la resistencia de los veteranos y acaba como campeón de la regularidad y alcanzando los mismos triunfos de etapa que la leyenda Eddy Merckx. FOTO: Pogacar, en la última etapa | efe