Najib Mikati, un multimillonario hombre de negocios, ha sido designado hoy como primer ministro del Líbano, una década después de ostentar este puesto por última vez y se enfrenta ahora a la ardua tarea de formar gobierno en medio de la peor crisis económica en la historia del país árabe.
El moderado y prosirio Mikati, nacido en la ciudad septentrional de Trípoli en 1955, ya ha sido primer ministro en otras dos ocasiones, la primera en 2005 al frente de un Gobierno de corta duración nombrado con el objetivo de poner fin a la crisis desatada por el asesinato ese mismo año del exdirigente Rafic Hariri.
En enero de 2011 volvió a ser designado para el puesto tras lograr el apoyo del grupo chií Hizbulá, pero tardó cerca de cinco meses en lograr formar su Ejecutivo, en el que más de la mitad de las carteras fueron finalmente otorgadas a aliados del movimiento político y armado más influyente del Líbano.
Mikati, ministro de Trabajo Público y Transporte en tres Gobiernos distintos entre 1998 y 2004, se topó en aquel entonces con la oposición del suní Saad Hariri, hijo de Rafic y también ex primer ministro, y de sus partidarios, que protagonizaron protestas violentas contra su colaboración con Hizbulá.
Sin embargo, el hombre de negocios había formado parte del Ejecutivo de Hariri padre y en 2009 fue elegido como diputado por Trípoli formando parte de la lista del hijo.
Su nombramiento hoy estuvo respaldado por Saad Hariri, quien renunció al cargo el pasado 15 de julio tras más de nueve meses sin poder formar gobierno por desacuerdos sobre la lista de ministros con el presidente de la República, el cristiano Michel Aoun.
El multimillonario Mikati se enfrenta ahora al mismo reto y también es previsible que no cuente con el respaldo de varios partidos cristianos, fundamentales para la formación del Ejecutivo, que tiene que estar encabezado por un suní.
Designado primer ministro por segunda vez en 2011, dimitió menos de dos años después de formar gobierno, en marzo de 2013, y se mantuvo en el puesto de forma interina un año más, en un país ya en crisis y ahora, en 2021, volverá a tratar de salvar el Líbano del inminente colapso económico y la parálisis política.
"En este momento crítico, creo que los riesgos que enfrenta nuestra nación requieren una actitud clara y una decisión osada para cumplir con la responsabilidad que acepté cuando me pidieron liderar una nación desgarrada por divisiones internas, duras condiciones económicas e interrupciones regionales", dijo Mikati en 2011.
Mikati se licenció con un Máster en Administración de Empresas por la Universidad Americana de Beirut, pero también hizo cursos en la prestigiosa Universidad de Harvard. A lo largo de los años ha estado vinculado al mundo académico y ha colaborado con varios centros investigadores.
Sin embargo, es más conocido por sus negocios junto a su hermano Taha, con quien trabajó inicialmente en el sector de la construcción en países de la región como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y el propio Líbano.
En 1989 formaron la compañía "Mikati Hermanos" de comunicaciones por satélite, que en 1992 se asoció con France Telecom para explotar una de las compañías de telefonía móvil del Líbano, hasta que el Gobierno revocó su licencia años después y la entregó a una sociedad kuwaití.
Con su hermano fundó también el Grupo M1, una firma de inversión con acciones en importantes compañías de varios sectores en Europa, América y África, y matriz de siete empresas que invierten en capital, proyectos inmobiliarios, moda o tecnología financiera.
La revista "Forbes" estima el patrimonio actual de Mikati en unos 2.700 millones de dólares.