El número de muertos por el terremoto de magnitud 7,2 que se registró el sábado en Haití aumentó a 724, según un nuevo recuento ofrecido este domingo por Protección Civil, que precisa que hay 2.800 heridos.
La información indica que 500 personas murieron en el sur, 100 en Grand Anse, 122 en Nippes y dos en el nordeste.
El terremoto destruyó "muchos" hospitales, escuelas, iglesias, hoteles y empresas privadas, dijo en rueda de prensa Jerry Chandler, director general de Protección Civil, mientras continúan las tareas de rescate y la evaluación de los daños.
El terremoto, que ya forma parte los 10 sismos más letales de los últimos 25 años en Latinoamérica, se registró a unos 12 kilómetros de la localidad de Saint-Louis du Sud, con el epicentro a 10 kilómetros de profundidad, y también se sintió en la República Dominicana y Cuba.
Tras calificar de "dramática" la situación a causa del siniestro, el primer ministro, Ariel Henry, declaró ayer el estado de emergencia.
A la situación de urgencia a causa del sismo hay que añadir la crisis política, agravada por el asesinato del presidente del país, Jovenel Moise, el pasado 7 de julio, así como los efectos de la covid-19.