La canciller de Alemania, Angela Merkel, ha admitido que la falta de una política de asilo común es "un punto débil" de la Unión Europea y ha anticipado que "no será fácil" llegar a consensos ante una posible crisis de desplazamiento en Afganistán.
Merkel, que en 2015 lideró las políticas de puertas abiertas acogiendo a más de un millón de refugiados, ha resaltado este martes que quienes puedan huir de Afganistán deberían en primer lugar refugiarse en países vecinos, de tal forma que solo como "segundo paso" se valoraría si algún caso requiere de traslado a Europa.
Un día antes de la reunión de ministros del Interior del bloque, Merkel se ha mostrado pesimista sobre un posible acuerdo a corto plazo y ha abogado por trabajar de forma "urgente" para acercar posturas, según la agencia de noticias Bloomberg.
Algunos Estados miembros ya han pedido a la UE que elabore una respuesta común ante la crisis afgana. Por ejemplo, el Gobierno griego ha advertido de que no quiere convertirse de nuevo en la puerta de entrada hacia la UE, como ocurriese en la crisis migratoria de 2015.
"No queremos revivir lo que vivimos en 2015", ha dicho el ministro griego de Inmigración, Notis Mitakaris, quien ha defendido en declaraciones a la cadena ERT que la UE dé una respuesta unida al desafío y ha defendido una política migratoria estricta pero justa.