Los periodistas han sido históricamente objetivo de los talibán, que durante su régimen persiguieron a la prensa libre y cualquier mensaje contrario a la 'sharia' o ley islámica. Pese a las promesas de los insurgentes sobre derechos y libertades, medios de comunicación y organizaciones han denunciado abusos en estos últimos días.
Uno de los casos más graves de los que se tiene constancia ocurrió el jueves, cuando milicianos talibán registraron varias viviendas en busca de un periodista de la cadena Deutsche Welle (DW) que trabaja ahora en Alemania. Mataron a tiros a uno de sus familiares e hirieron de gravedad a otro, según ha informado el director general del canal, Peter Limbourg.
Para Limbourg, este suceso "increíblemente trágico" ilustra "el grave peligro" que corren los informadores sobre el terreno. "Está claro que los talibán ya están llevando a cabo operaciones organizadas de búsqueda de periodistas, tanto en Kabul como en las provincias", ha advertido, en un mensaje en el que ha proclamado que "el tiempo se acaba".
Varias organizaciones en defensa de los derechos de los periodistas se han pronunciado en las últimas horas para expresar su preocupación por las posibles represalias de los talibán. Como ha apuntado el subdirector de la Federación Internacional de Periodistas (FIP), Jeremy Dear, es un momento "increíblemente complicado", en el que "muchos temen por sus vidas".
Dear estima en "cientos" los periodistas que se han ido o están intentando salir de Afganistán, mientras que quienes se quedan lo hacen sometidos a "amenazas" o bajo "graves restricciones". "Pese a la propaganda de que no habría venganza por parte de los talibán, hay informaciones de búsquedas puerta por puerta", ha advertido, según la FIP.
OBLIGADA A CASARSE CON UN TALIBÁN
La federación tiene constancia de situaciones en las que las mujeres ya no pueden ejercer el periodismo y Dear ha citado el caso concreto de una familia amenazada por los insurgentes. La única forma que tenían de librarse de la presión miliciana era que su hija, periodista, se casase con un comandante talibán de la zona.
El responsable ha advertido de que "los próximos días son cruciales para el plan de evacuación", en la medida en que "nadie sabe cuánto podrán quedarse las tropas de Estados Unidos en el aeropuerto" y, una vez sin el control internacional, se prevé que la vía aérea quede "cerrada para la mayoría".
Los medios e informadores que se quedan, entretanto, intentan entender el alcance de los mensajes de propaganda lanzados por los talibán en los últimos días: "qué temas no se pueden cubrir, que imágenes se pueden publicar, si las mujeres pueden trabajar".