Empezó el Racing su temporada de estreno en la nueva categoría con una derrota cruel que le deja un regusto amargo. El equipo ferrolano saldó de manera negativa su enfrentamiento frente al Unionistas de Salamanca tras un partido que tuvo dominado la mayor parte del tiempo, pero en el que perdió todo en el último minuto, igual que le había sucedido la temporada pasada.

Empezó el encuentro el Racing con la intención de ser protagonista con la pelota ante un rival que apostaba claramente por mantenerse bien pertrechado en su zona defensiva. Y el equipo ferrolano, a pesar de sus ganas de ejercer el control, tampoco fue capaz de llegar con claridad a los dominios de su oponente, que aún no pensaba en salir al ataque para buscar la portería rival y llevarse así los tres puntos.

No bajó el Racing su ritmo de juego en toda la primera parte y eso hizo que su dominio fuese haciéndose, por momentos, más evidente. Las llegadas por la banda derecha de Miguel Loureiro, el juego entre líneas de Dani Nieto y la inteligencia de David Rodríguez en todas sus acciones fueron los principales argumentos ofensivos de un cuadro verde que generó dos claras ocasiones para marcar: una acción entrando en el área de Dani Nieto que se resolvió con un lanzamiento al larguero y una llegada desde atrás de Álex López cuyo tiro fue despejado a córner por el portero visitante.

Abierto

Con empate sin goles en el marcador, los dos equipos hicieron frente a la segunda parte del encuentro con la intención de redoblar sus acercamientos a la portería rival. Y el Racing fue el que lo hizo con más determinación, con acciones de Fran Manzanara, Álex López y David Rodríguez, que no llegaron a buen puerto.

El partido se fue abriendo con el paso de los minutos y se introdujo en una peligrosa dinámica de ida y vuelta que al Racing no le acaba de favorecer. Porque, aunque el equipo ferrolano siguió teniendo más iniciativa, su rival fue encontrando espacios para crear peligro a la contra. Fue así como el cuadro charro dispuso de la ocasión de marcar con un golpe franco cerca del área local que Nespral lanzó para que Gazzaniga desviase la pelota.

Llegados a los minutos finales del encuentro, la sombra de lo sucedido la temporada pasada –el Unionistas se había impuesto con un gol en el último minuto– empezó a apoderarse del ambiente. Pero lo que nadie contaba es que el guion volviese a escribirse de una manera prácticamente igual. En este caso, fue a través de un rigurosísimo penalti sancionado por acción de David Castro sobre el visitante Cris Montes, que se saldó con la expulsión del racinguista, la pena máxima que el futbolista del Unionistas convirtió a la segunda –su primer disparo había sido rechazado por Gazzaniga– pero, sobre todo, la cara de tonto que se le quedó a los jugadores del cuadro verde. Es el resultado de una derrota que resultó realmente cruel.