Bienvenido, Sr. Obispo

El próximo día cuatro es el día elegido para que el recién nombrado Obispo de Mondoñedo tome posesión (¡qué mal suena!) en la Catedral Diocesana y al día siguiente será la “Eucaristía de Entrada” en Ferrol. Acontecimiento importante, lleno de boato y tradición que escribirá una nueva reseña en la historia de nuestra Diócesis.

Realmente no sé si su llegada supone una importante noticia y genera expectativas en cualquiera de los diferentes ámbitos sociales de la Diócesis, y más bien me da que para nada llama la atención; quizás sea que estamos en periodo de vacaciones y las noticias tienen un ritmo diferente. Espero que esta aparente frialdad no afecte a Don Fernando y no se sienta bienvenido. También espero que tenga conciencia de lo que se va encontrar; el Obispo es joven y seguro que con ganas de triunfar y progresar rápidamente a otros cargos.

Además de las vacaciones, a lo peor también ha influido en la frialdad que noto, la entrevista (quizás la hayan visto Vds.) de un torpe entrevistador de una TV local burgalesa haciendo chistes (no sé si de alegría porque se iba Don Fernando) sobre la Diócesis y poco elegante en el juego de palabras sobre las catedrales y ciertos estereotipos. Pero bienvenido, Sr. Obispo, y si me permite le ruego no haga como su antecesor y prometa en su saluda cosas que no va a cumplir. Pienso que no será bueno recibir de él instrucción alguna. Seguro que si Vd. hace lo contrario, todo irá mejor.

Es Vd. joven, con ganas y con capacidad de trabajo. Fíese de Vd. y escape de los catastrofismos de la mayoría de los curas bajo su mando (digo bien, mando) y vigile. Difícil es una Diócesis con dos catedrales y una concatedral, que dos están vacías y a la otra las olas no le dejarán llegar bien. Que llegue a las otras depende solo de Vd.

Bienvenido, de corazón se lo digo, a una Diócesis acogedora y con cierto aire y herencia de rebeldía. Háganos olvidar a su antecesor y al que empezó a romper todo. Es época de cambios y a lo mejor nos toca vivir con dos eméritos y un Papa electo. Todo un reto. Le deseo lo mejor, Don Fernando, y hasta dentro de cien días

Bienvenido, Sr. Obispo

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