Galicia vivió este jueves un nuevo inicio de curso. Una jornada marcada por la experiencia del pasado año, los reencuentros de los alumnos con sus compañeros después de las vacaciones y una normalidad que prevaleció en la práctica totalidad de los centros educativos del territorio.
Más de 187.000 alumnos gallegos se incorporaban este jueves a las clases en infantil, primaria y educación especial en el que será un año similar al anterior, con medidas y protocolos sanitarios, pero con optimismo desde los equipos directivos de cara a poder ir aliviando las restricciones a medida que avance este periodo lectivo y remita la pandemia provocada por la covid-19.
Marimar, directora del CEIP Lamas de Abade de Santiago, destacó a Europa Press el buen funcionamiento de las medidas y la alegría de los niños por volver a reencontrarse con sus compañeros y profesores.
"Es el primer día y todo bien. La organización ya estaba preparada, todo bien hecho, porque es la misma del año pasado. Transcurre bien, los niños están encantados y tenían muchas ganas de volver a ver a sus compañeros", señaló.
El centro, del mismo modo que en la mayoría de casos, mantiene prácticamente el mismo dispositivo, con entradas y salidas escalonadas y muy ordenadas para evitar aglomeraciones.
Estas mismas impresiones se repetían en otros puntos de Galicia, como en el CEIP As Gándaras de Lugo, en el que se vivió un arranque de actividad "muy normal" y sin incidencias, pero "mucho mejor que el año pasado" tanto por el conocimiento de los alumnos de las medidas como por parte del equipo docente y la dirección a la hora de organizar la jornada.
"En general mucho mejor que el año pasado, aplicando un protocolo con un año de experiencia", señalan desde el centro, donde también se muestran "optimistas" en que este curso se pueda avanzar hacia una "flexibilización" de las restricciones en caso de que la evolución de la pandemia lo permita.
Desde el CEIP María Pita, en A Coruña, el director, Guthier Pardo, destacó también la "normalidad total" en el desarrollo de la jornada y que los niños han vuelto un año más a "dar una lección" a los profesores de adaptación a la situación. "Fueron los primeros en acostumbrarse el año pasado, para ellos no cambió nada. Ya están acostumbrados a ver a sus compañeros en mascarillas", ha señalado.
Así y a pesar de que hay "mucho trabajo detrás" a nivel organizativo, se ha notado la experiencia del pasado curso, y desde el centro están "muy esperanzados" ante un progresivo regreso a la normalidad en la actividad escolar.
Sobre todo, ha incidido en la actitud de los propios alumnos, que se "reinventan" y se adaptan a las condiciones y dan "una lección" a los propios maestros. "Ellos están contentísimos y por ello nosotros ilusionadísimos", ha zanjado, para valorar además el apoyo de las familias y su colaboración con el equipo del centro.
El conselleiro de Cultura, Educación e Universidade, Román Rodríguez, visitó este jueves, coincidiendo con el arranque del curso, la nueva Escuela de Educación infantil (EEI) de Coirós que abrió sus puertas en el municipio.
Allí aprovechó para valorar la incorporación de los menores a los colegios, que se produjo sin incidentes y respetando las medidas del protocolo que no varían en estas etapas, con el mantenimiento de los 'grupos burbuja'.
Rodríguez aseguró que la comunidad educativa es "un ejemplo en el cumplimiento de las normas", y apeló a la experiencia acumulada para lograr que los centros escolares vuelvan a ser "lugares seguros frente a la pandemia, como ya lo fueron el curso pasado".
El titular de Educación agradeció al alumnado, familias, profesorado y equipos directivos su trabajo en la pandemia y confió en que, la medida que la evolución de la situación sanitaria y a la par del resto de la sociedad, se pueda ir avanzando en la transición hacia el fin de la pandemia.
A pesar de la normalidad generalizada de la incorporación de los alumnos, ANPA y centros de algunos municipios han trasladado sus críticas por la reorganización de unidades realizada de la Xunta, que en algún caso supuso al eliminación de aulas o la reducción de docentes.
Uno de ellos es el Anpa del Heroínas de Sálvora de Aguiño, que llamó a las familias a no enviar a sus hijos a clase este jueves en rechazo a la decisión de Educación de no cubrir una plaza de profesor por jubilación. "Queremos recordar que los mayores perjudicados en estos recortes son nuestros hijos", advierten.
También, la comunidad escolar del CEIP Palmeira protagonizó protestas estas últimas semanas por la supresión de unidades, del mismo modo que el CPI Pontecarreira, de Frades, en el que se plantea crear un único grupo con el alumnado de 4º y 5º de infantil.
El Consello Escolar Municipal de Begondo, por su parte, remitió un comunicado para trasladar su preocupación por la reducción de profesorado y aulas y el cambio en el modelo de transporte con el inicio del nuevo curso escolar.
El órgano se reunió esta semana en la casa consistorial, presidido por la alcaldesa, Alejandra Pérez, y con la asistencia de representantes de los centros educativos, del ANPA y la inspección educativa.
En concreto, lamentan la reducción de una unidad en 2º de Primaria, que deja al alumnado en una sola aula. También critican la eliminación de cinco docentes en secundaria que se habían incorporado el pasado año para llevar a cabo desdobles y que permitió "un nivel muy alto" de promoción del alumnado.
Otra de las críticas se refiere al transporte escolar, que pasa a ser integrado. Esto lleva a que el alumnado que vivía a menos de dos kilómetros del centro, que aún sin tener el derecho preferente de uso del transporte, empleaban las plazas libres, las utilice ahora con el resto de viajeros.
"Esto puede suponer una falta de control por parte de los cuidadores y también para el rastreo ante casos de covid", han advertido, al no estar en el listado de usuarios reconocidos del transporte escolar.
El Consello Escolar hizo constar su discrepancia con el cambio y la alcaldesa de Bergondo espera "una solución" ante este modelo de transporte que claramente "empeora" al del curso pasado, en el que estarían afectadas unas 40 familias.