Una decena de empresas optan a realizar la obra de reurbanización de la calle Irmandade de Doadores de Sangue, afectada por el Plan Director del Arquitecto Marcide. Supone una inversión de 910.000 euros e incorporará un vial de servicio a la altura del sótano -2 del nuevo edificio del ala noreste, destinado a prestar servicios auxiliares del hospital, como lavandería o restauración.
La principal complejidad de esta obra es el hecho de que este sótano y la calle están a distinta altura (unos dos metros de diferencia). La solución que se da en la memoria del proyecto pasa por mantener la circulación actual, aunque más hacia la derecha, y construir un muro de contención para, ya al nivel más bajo, poder tener el vial de acceso, zona de carga y descarga y también acera. La calle Irmandade de Doadores de Sangue mantendrá dos carriles de circulación pero desplazará su eje central hacia los centros de enseñanza. De este modo, en el lado izquierdo (pegado al hospital) se eliminan los estacionamientos y en el lado derecho se transforman los aparcamientos en batería en estacionamientos en línea, de menor anchura.
De este modo, desde los centros de enseñanza y en dirección al hospital, se mantendrá la acera actual de dos metros, a continuación habrá un aparcamiento en línea con un ancho de 2,5 metros, se mantienen dos carriles de circulación de 3,5 metros cada uno (desplazados), se construirá un muro de contención de medio metro de anchura, con arcenes de 25 centímetros a cada lado. se crea un vial de servicio para el hospital, adaptado a la cota del sótano -2, con un ancho de 3,5 metros, se eliminan los aparcamientos del margen izquierdo del vial para habilitar una zona de carga y descarga de 2,20 metros de ancho y se genera una acera o zona de servicios, para la circulación peatonal, de 1,8 metros.
También habrá que reponer servicios como el alumbrado, la telefonía, el abastecimiento, el saneamiento, la línea eléctrica de media tensión y la conducción del gas.
En este ámbito se prevé una nueva instalación de alumbrado público, con luminarias LED de alta eficiencia, instalados en la mediana que separa el vial de servicio de los carriles principales, a dos alturas diferentes.
Aunque el sistema actual es unitario, se dotará a la urbanización de una nueva red de drenaje y de saneamiento de aguas residuales diferenciadas, adaptadas a las cotas.
En el resto de los servicios se trata de una reposición de la infraestructura existente.
Está previsto que las obras puedan comenzar en el primer trimestre de 2022, y tienen un plazo de ejecución de ocho meses.
La Consellería de Infraestruturas e Mobilidade recuerda en un comunicado la inversión que se realiza en el CHUF para la ampliación del Marcide, que tiene consignados en los presupuestos de la Xunta del 2022 14,5 millones de euros.