Torea, una parroquia gallega del municipio de Muros, ha acaparado portadas tras la ya denominada “sentencia de la Galicia profunda”, en la que una jueza de Marbella retiró por una serie de razones la custodia a la madre de un niño de 13 meses en un auto en el que, más allá de fundamentar la decisión, introdujo la consideración de que un crío pueda desarrollar en ese núcleo gallego una infancia feliz.
"Me parece una falta de respeto muy grande. Aquí tenemos de todo, sobre todo libertad para ser felices", ha explicado este miércoles a Efe María, residente en este lugar, de apenas 300 habitantes, situado en el interior de la ría de Noia-Muros, término municipal este último al que pertenece Torea y que está situado a diez minutos en coche.
María, mientras habla, está sentada en la parada de autobús de Torea, esperando a que llegue del colegio una de sus hijas, que viene en autobús.
"Aquí se puede ser feliz. Yo tengo dos niñas y son súper felices. Aquí tienen de todo. Estamos a 10 minutos de Muros y a 50 de Santiago, que es la capital" de Galicia, expresa.
El malestar de María es tan solo un ejemplo de lo mal que ha sentado el fallo, por ese término, tanto en esta aldea como en toda Galicia, tal como ha demostrado la declaración institucional aprobada el martes por el Parlamento, la cual censura los “prejuicios y estereotipos”.
En el auto contra el que se ha pronunciado de forma unánime la Cámara autonómica, la magistrada señala en uno de los puntos que la mujer se llevó al menor sin consensuarlo con el padre, por tanto de forma "unilateral", a una pequeñísima población de Galicia en la que -recoge la resolución- ni siquiera la madre tiene opciones laborales.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, reaccionó a través de un mensaje en Twitter, en el que ha puesto que "algunas expresiones no son las más afortunadas".
En el tuit, que incluye una foto suya de la infancia, asegura: "Yo fui un niño de la Galicia profunda y... ni tan mal".
También el colectivo Galicia Baleira, miembro de La España Vaciada y formado por las federaciones provinciales de asociaciones de vecinos de Lugo y Ourense, ha mostrado en esta jornada su rechazo a esa acepción y ha pedido al Ministerio de Justicia y al Consejo General del Poder Judicial que intervenga ante la utilización del concepto, “Galicia profunda”, de una forma supuestamente peyorativa.
"La gente con la que he hablado está bastante indignada. Es que es una falta de respeto muy grande para todos. Para toda Galicia, no solo para la madre. Cada uno en su casa sabrá y en temas jurídicos no me meto, pero si hay motivos para quitarle al menor, el de la 'Galicia profunda' sobraba", asegura María, desde la marquesina.
Recuerda esta mujer que el ayuntamiento de Muros, situado a 12 kilómetros de Torea, cuenta con colegios, parques, pabellones, campos de fútbol, piscina, centro médico, biblioteca y escuelas de música. "Tenemos todo a menos de diez minutos", enfatiza.
La alcaldesa de Muros, Inés Monteagudo, ha reaccionado con una encendida defensa de Muros, que es "cabecera de comarca, cabecera de partido judicial y cuenta con servicios educativos, culturales y sanitarios suficientes" para "desarrollar una vida en plenitud".
"Nos sorprendió inicialmente la calificación de nuestro ayuntamiento como parte de la Galicia profunda, que tampoco sé muy bien lo que quiere decir. Pero, aparte de eso, lo que más nos indignó es que se considere que esto está lejos de todo y que aquí no tenemos infraestructuras para que una persona desarrolle su personalidad de forma integral o para que un niño pueda ser feliz", ha dicho en una conversación con Efe.
Una afirmación "cuanto menos desafortunada", ha subrayado, contra la que el pleno del ayuntamiento muradan aprobará una declaración institucional de condena.
"Queremos mostrar nuestro rechazo a ese tipo de afirmaciones, porque nos parecen que incluso van contra las últimas tendencias de vivir en entornos más amables", asegura la regidora, que considera que además benefician muy poco a los intentos de "traer población joven a los pueblos", que "en muchos casos se ven medio abandonados por la juventud".
Según Monteagudo, los niños en Muros "se crían muy bien," y "tienen bastantes más oportunidades seguramente de tener una infancia feliz que en una gran ciudad".
Aunque esto último -añade- depende de los cánones y de los valores que tenga cada uno como "prioritarios".
"La autonomía de la que se puede disfrutar aquí, el contacto con la naturaleza, la red de apoyo social y comunitario que tiene Muros, son cuestiones muy adecuadas para desarrollar un infancia feliz", señala.
Piensa la regidora que confrontar la imagen de Marbella como "una ciudad cosmopolita" frente a una localidad "rural y costera" hace gala "de un prejuicio bastante trasnochado".