Sara Duterte-Carpio, la hija del presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, oficializó este sábado su candidatura como vicepresidenta del país en las elecciones de 2022, a las que podría concurrir junto al "Bongbong" Marcos, hijo del dictador Ferdinand Marcos, que opta a la presidencia.
El pasado martes, la hija mayor del polémico mandatario filipino retiró su candidatura para la alcaldía de Davao, que ha ocupado desde 2016, lo que dejó la puerta abierta a que se presentara a las elecciones generales que Filipinas celebra en mayo de 2022.
Duterte-Carpio, de 43 años, era según todas las encuestas la candidata favorita si hubiera decidido presentarse al puesto de jefa de Estado para sustituir a su padre, que acaba su mandato único de seis años en 2022.
Poco después de que saltara hoy la noticia, el Partido Federal (PFP) de Ferdinand "Bongbong" Marcos , hizo público que respalda a la popular hija de Duterte para formar una candidatura conjunta con el hijo del dictador.
Aunque en Filipinas, los puestos de presidente y vicepresidente se eligen de manera directa y por separado, Duterte y Marcos podrían unir fuerza para unos comicios en los que se presentarían como favoritos, según las encuestas.
Después de meses de especulaciones, la actual alcaldesa de Davao, ciudad de la que también fue alcalde Rodrigo Duterte, ha decido optar al puesto de vicepresidenta como candidata del la coalición entre el PFP y Lakas-CMD.
El pasado octubre, el actual presidente, de 76 años, anunció que no se presentaría como candidato a la vicepresidencia durante las elecciones de 2022, como había anunciado antes, y que abandonaría la política una vez concluya su mandato.
Duterte-Carpio, que pertenece a un partido político diferente al de su padre, rechazó previamente que fuera a concurrir a un cargo nacional si Rodrigo Duterte también se postulara en los comicios.
Filipinas entró el 1 de octubre en una larga temporada electoral con el comienzo del registro de candidatos para las elecciones de mayo de 2022, que concluye este lunes.
Bongbong, el único hijo varón del dictador Ferdinand Marcos, fallecido en 1989, proclamó el pasado 5 de octubre su candidatura a los comicios presidenciales, 35 años después de que su padre fuera depuesto por una revolución popular pacífica.
Además del primogénito de Marcos, entre los candidatos a sustituir a Duterte en la presidencia se encuentran la actual vicepresidenta Leni Robredo, la leyenda del boxeo Manny Pacquiao y al alcalde de Manila, Francisco Domagoso (conocido como Isko Moreno).
La guerra contra las drogas, que ha causado miles de muertos durante redadas policiales contra supuestos traficantes y drogadictos, es el legado más sangriento que deja la presidencia de Duterte, político que ha protagonizado numerosas polémicas pero que ha mantenido unos altísimos niveles de popularidad durante su mandato.