Entra en escena para el Racing la Copa del Rey. Lo hace con la disputa de la primera eliminatoria, que lo enfrenta al Albacete esta noche –21.00 horas, Carlos Belmonte– y que se resulve a partido único. Así que, para pasar de ronda, el equipo ferrolano tendrá que ganar en casa de un rival de su misma categoría (Primera RFEF), pero que la pasada temporada estaba por encima (Segunda División, lo que refleja la dificultad de la empresa a la que el cuadro verde hará frente.
El partido, además, se inserta entre dos del campeonato liguero –el que perdió el pasado sábado ante el San Sebastián de los Reyes y el que jugará el siguiente frente al Deportivo–, acompañado además de un largo viaje. Así que el cuerpo técnico racinguista tendrá que gestionar las cargas físicas de los integrantes de la plantilla. Por eso, repartir minutos entre su plantilla –y dar oportunidades a los que menos han jugado en lo que va de campeonato– parece la opción más lógica para no condicionar la trayectoria en la liga.
Tratará el equipo ferrolano de repetir el buen nivel que suele dar cuando ejerce de visitante ante un rival que, en cambio, logra sus mejores resultados en casa. Al menos, el escenario en el que juega el encuentro –el Carlos Belmonte, un campo de hierba natural que se encuentra en buen estado– y el nivel del rival –una escuadra que tratará de imponer su ritmo– parecen beneficiar esta vez al cuadro verde. De hecho, el nivel del adversario presagia ser una ventaja para el duelo.
Enfrente tendrá el Racing a una escuadra confeccionada para dar el salto de categoría y regresar al fútbol profesional. A las órdenes del coruñés Rubén de la Barrera –que terminó la temporada pasada al frente del Deportivo–, el cuadro manchego dispone de una plantilla de nivel para hacer frente a las dos competiciones. Tercero en el grupo 2 de la tercera categoría del fútbol español, el cuadro manchego ha demostrado tener un gran once titular. Así que el partido demostrará si su fondo de armario también tiene el mismo nivel.