Los estudios de Cáritas nos hablan de una sociedad fuertemente desvinculada. Se hace verdad el refrán que dice que “cada uno va a lo suyo”. En ese contexto, los individuos permanecen viviendo con otros sin llegar a convivir. El drama de nuestro mundo, que provoca la exclusión, es precisamente este: no descubrir, ni valorar, ni cuidar los muchos lazos que nos unen, que nos relacionan unos con otros descubriéndonos la grandeza, belleza y responsabilidad de sentirnos “hermanos”.
Esa autorreferencialidad individualista que nos hace sentirnos creadores de nuestra propia vida nos desvincula de nuestra historia, de nuestro cuerpo, entre nosotros mismos y, en último término, de Dios mismo. El periodismo es precisamente una tarea que trata de vincularnos. No estamos solos, no podemos estar solos, ni configurar nuestra vida al margen de donde vivimos.
Cuando cada mañana leemos Diario de Ferrol lo que estamos haciendo es, sobre todo, vincularnos. Sus páginas, más allá de la información, son una ventana que nos permite abrirnos a una realidad en la que vivimos y a la que no podemos permanecer ajenos. La tarea de tejer esa red que construye ciudad y comarca, que crea fraternidad, es importante y decisiva en estos momentos. Por eso, la tenemos que cuidar entre todos.
El periódico nos aproxima. Pero, también el conocimiento de los otros nos ‘aprojima’, que es mucho más: nos descubre el valor del otro, sea quien sea, y nos hace sentirle como importante para nuestro mundo y para nosotros mismos. Ahí se inicia el camino para respetar la dignidad. Las instituciones, las asociaciones, la vida política, económica, cultural, social, y también religiosa, deben aparecer en las páginas de un periódico para enseñarnos la verdad de nuestro propio yo.
Las historias concretas de la gente nos permiten salir de nuestro propio yo para vivir con otros. No estamos echados a un mundo fundado en un “pacto social” que nos permite SOBREvivir: somos personas abiertas a los otros que estamos llamados a CONvivir. Es más, en la medida en que convivamos descubriremos la belleza de ser personas.
Por eso, no podemos por menos que dar la enhorabuena hoy a un periódico que, como Diario de Ferrol, cumple 25 años. Con su publicación y presencia diaria nos ha ayudado como personas y sociedad en esa noble tarea. Acercándonos desde la verdad a la historia de los ferrolanos y habitantes de la comarca, nos ayuda a convivir.
Por eso, utilizo unas palabras del papa Francisco en este día de enhorabuenas. Son deseos que indican un camino de futuro: “a seguir por este camino que sabe combinar la información con la reflexión, la palabra con la escucha, el discernimiento con el amor”. Y que este camino de vincularnos se haga siempre con el deseo de provocar y hacer germinar la esperanza. No podemos olvidar que la perspectiva nos hace ver la realidad: ¡ayudadnos a vincularnos y engendrar la esperanza, que lo necesitamos! ¡A por otros 25 años!
Fernando García Cadiñanos es obispo de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol