En cuestión de presupuestos no es fácil contentar a todo el mundo y, cuando se trata de las cuentas públicas, todavía es más difícil. La Xunta de Galicia presentaba este sábado en el Parlamento sus Orzamentos para 2025 y será en los próximos días cuando los grupos de la oposición irán formulando sus distintas enmiendas, previsiblemente críticas con las inversiones planificadas.
Hace 25 años, Diario de Ferrol informaba el 19 de octubre de la presentación de las cuentas gallegas el día anterior, por parte del entonces conselleiro de Economía, José Antonio Orza. Anunciaba el responsable autonómico que la Xunta disponía de 56.000 millones de pesetas para “infraestructuras de transporte y especialmente en materia de ferrocarril”.
Aquellos presupuestos superaban por primera vez “el billón y suponen un incremento del 6,14% con respecto a las cuentas del año anterior”, recogía la información, precisando que la Xunta había recaudado 5.500 millones más de lo esperado de los tributos cedidos por el Gobierno.
Una partida entre “200 y 300 millones” para construir la futura vivienda del presidente de la Xunta, 300 millones para “reestructurar la función pública”, 400 para mejorar la red de escuelas infantiles y 4.500 millones para repartir créditos entre los municipios fueron algunas de las inversiones citadas. Centrándonos en la comarca, las cuantías de la Xunta cayeron a la mitad entre 1998 y el año 2000, un extremo que el nacionalista Xosé Díaz, parlamentario en Galicia, se apresuró a criticar, lamentando que “as inversións son anoréxicas” en Ferrolterra, Eume y Ortegal.
Para el 2000, el Gobierno gallego dibujaba varios proyectos de inversiones. Así, reservaban 8,3 millones para el tramo de la AC-101 que va de Ortigueira a As Pontes, 10 millones para la primera fase de abastecimiento de agua en Moeche y 817,7 millones para dos etapas de remodelación del hospital Arquitecto Marcide. El Campus de Esteiro, que todavía empezaba a crecer por entonces, disponía de 180 millones para dos proyectos: 82,1 para la construcción del Edificio de Talleres de Enxeñería y 81 para levantar el edificio de Apoio, conocido popularmente como “el Aulario”.
Además, el recinto ferial de Punta Arnela conseguía 76 millones de pesetas y la hoy desaparecida Fundación Ferrol Metrópoli recibía 6 millones. En total, el grueso de las inversiones de la Xunta hace un cuarto de siglo en la zona ascendía a 1.097 millones, a los que habría que sumar 1.285 que se tramitaban desde la Sociedade Pública de Investimentos (SPI) para infraestructuras, donde figuraban 1.285 entre los 1.185 para la línea de tren Ferrol-Betanzos y 100 para la segunda fase de los Juzgados de Ferrol.
En los Orzamentos para 2025 hay algunas similitudes en las comarcas, como el abastecimiento en Pantín (200.000 euros) y en Ares (3.290.124 euros), los 15,5 millones para Arquitecto Marcide, obras de eficiencia en el Juzgado de Ferrol (165.938 euros) o los 6,6 millones para la renovación de la acreditación de excelencia del Campus Industrial. Eso sí, en cuanto al ferrocarril, únicamente figuran 100.000 euros para empezar con la intermodal.