Atención sociosanitaria a personas dependientes, Soldadura con electrodo revestido y TIG, Soldadura Oxigás y soldadura MIG/MAG, Trabajos de carpintería y mueble, Atención sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales, Empleo doméstico y Gestión de residuos urbanos e industriales son los siete cursos que el Concello de Narón planificó para este 2024 y que, sumados a los que preveían en el Programa Municipal de Formación, un total de 17, contribuyen a que el Centro Municipal de Formación Irmás Froilaz de A Gándara se haya convertido en un referente en toda la comarca.
El 27 de octubre de 1999, hace este domingo 25 años, Diario de Ferrol dedicaba un completo reportaje a la readaptación de la nave de la Fenya donde se ubicaría —y se ubica— el “Centro de Ensino non Reglado” del municipio, en el que “el Concello formará personal a la carta para las empresas de la zona”. En aquel momento, el objetivo era lograr que las instalaciones fuesen “homologadas por la Xunta”.
Guillermo Sánchez Fojo era por entonces el concejal delegado del área y presumía de que el centro sería “o proxecto estrela do presente mandato”. Calculaba el edil que en el primer curso de su funcionamiento, el 2000-2001, unos 115 jóvenes se formarían en “cursos de seis meses de duración”. Tan solo dos años después, en 2003, fueron 600 las personas que pasaron por sus aulas.
La inauguración se produciría en marzo del 2000 y tendría capacidad para 90 alumnos en turnos de mañana y tarde. El gobierno local, con un bipartito de Unidades por Narón y el BNG, se ponía como objetivo que “el 25% de los participantes encuentren ocupación en las empresas de la zona”.
Las instalaciones habían sido la sede de la Fenya, la industria auxiliar dedicada a productos eléctricos que tuvo también una sucursal en el ferrolano barrio de Canido, pero estaba embargada por el Banco Pastor cuando el Concello de Narón compró la nave.
Entre 1998 y 1999, una parte del edificio ya funcionó como centro de formación y el resto acogía dependencias municipales, mientras el consistorio todavía tenía su sede en Xuvia. Con el traslado al nuevo inmueble de O Alto, quisieron dedicar la totalidad del espacio a desarrollar cursos. El Concello invirtió 112 millones de pesetas en la compra de la nave y 6 millones más en la maquinaria que había, con la idea de poder aprovecharla.
Este mismo mes de octubre, Narón abría el plazo de inscripción para una de las últimas formaciones del año. Se trata del curso de Reposición, caja y atención sección supermercados, que consta de 210 horas y para el que se ofertaron 15 plazas, tal y como informó la concejala Natalia Hermida, al frente del área actualmente.
El nombre Irmás Froilaz hace referencia a Visclávara y Munia Froilaz, dos hermanas que se hicieron religiosas y fueron benefactoras del monasterio de Xuvia. Procedían de la familia Froilaz-Traba, de importante linaje noble dentro del Reino de Galicia y con un gran poder entre los siglos XI y XII. La unión de su patrimonio, mucho de él repartido por las comarcas, conformó el Condado de Trastámara, que iba desde Noia hasta Ortigueira.