Francisco García, de la asesoría Ocampo de Ares: “Asistimos a muchos grupos de edad diferentes”

En pleno ‘boom’ turístico inmobiliario, especialmente en Ares, y a las puertas de la campaña de la Renta, Diario de Ferrol aborda con el responsable de la asesoría Ocampo los retos administrativos de la situación actual
Francisco García, de la asesoría Ocampo de Ares: “Asistimos a muchos grupos de edad diferentes”
Francisco García (derecha) con parte del equipo de profesionales de la asesoría aresana Ocampo | D. Alexandre

No es ningún secreto que, cada día, las administraciones se vuelcan más en las nuevas tecnologías, especialmente a la hora de realizar tramitaciones. Esta apuesta puede suponer un mayor dinamismo y seguridad en su funcionamiento, así como una mejoría a nivel ambiental, pero también una complicación para el usuario, especialmente para aquel menos versado en el ámbito informático. En este escenario, Diario de Ferrol aborda con Francisco García, responsable de la asesoría aresana Ocampo, los nuevos retos del sector y el papel de estos profesionales.


¿Crees que a día de hoy podría decirse que las asesorías son más necesarias que nunca?
Bueno, cada vez son más necesarias por el índice de requisitos que pide la propia administración y la propia Ley de Propiedad Horizontal. Ya todo tiene que ser telemático y hay una serie de exigencias que hacen más necesarias que nunca que estemos en este ámbito.

 

¿Esa vocación telemática choca, por ejemplo, con la gran población mayor que tiene Galicia?
Cada vez hay más requisitos, se nos exigen más y eso hace que sean muy necesarios los administradores. Sucede con esa población mayor, pero también la menor que no tiene esos conocimientos. Por ser joven no es innato el tener todos esos conocimientos. Aquí vienen muchos grupos de edad, desde mayores hasta jóvenes. Es una necesidad que se genera. No es tan fácil hacer una gestión a través de tanta burocracia informática como existe ahora.

 

 

Cuando se habla de asesoría se tiende a pensar en comunidades de vecinos o particulares, pero no en empresas. ¿Cómo funciona el sector vinculado a esas compañías privadas?
Es una constante ayuda y colaboración con ellos tanto en el ámbito de la contabilidad como los riesgos financieros que puedan adquirir. Se les analiza y se les indica, e incluso se les aconseja porque a veces uno puede morir de éxito. Puede tener muchísima facturación, pero le puede generar también unos aumentos que no están acompañados con la liquidez. Por ese motivo, también acompañamos financieramente a todas las empresas, no ya tanto a nivel de de llevar al día toda la documentación, sino como a nivel financiero.

 

A nivel local, Ares está en pleno ‘boom’ de las viviendas turísticas y segundas residencias vacacionales. ¿Qué retos supone esta situación?

Una comunidad de propietarios siempre tiene el miedo que se ha generado por el tema de los pisos vacacionales, que se piensan que va a ser mucho trajín de gente entrando y saliendo de las viviendas. Pero bueno, también se la se le ha explicado a todo el mundo que lo ha pedido qué lo que requiere esa Ley de los pisos turísticos. A partir del 3 de abril tienen que tener un permiso de la Xunta y también cada Concello está regulando ese tipo de apartamentos. Yo creo que es más el miedo que tienen de que se pueda generar un poco de bullicio dentro de las comunidades. Y luego, el tema del ‘boom’ de segunda residencia en Ares, ha sido por su también por su posición tanto de pueblo indiano. Es todo paseos, tiene todos los servicios que puede necesitar un pueblo pequeño y, por supuesto, tranquilidad. ¿Qué pasa? Que eso también, va en detrimento del habitante local que o que se quiere independizar. No es tan asequible el tipo de alquiler ahora para cualquier pareja joven del pueblo que se quiera quedar aquí y trabajar aquí. Ese es el inconveniente. No hay vivienda, hay mucha gente que está demandando alquiler y los precios se han disparado, bajo mi punto de vista, excesivamente.

 

 

 

¿Y desde la perspectiva de un particular, qué problemas supone?
No diría que hay un problema aparte del alza del precio. Es decir, si tengo poca oferta y tengo mucha demanda, indiscutiblemente el precio sube. Y las personas que tienen una vivienda y que deciden venderla, por cualquier motivo, querrán aprovecharse lo mayor posible de este ‘boom’. Tampoco hay vivienda de nueva construcción. Ahora mismo es mucha segunda vivienda, todavía hay mucha por vender aquí, de fondos y de la Sareb,  que saldrán, me imagino, en pocos meses. Quizás alguien se atreva a invertir en construcción nueva o en comprar lo que ya hay a medio hacer y sacar buenos precios. Eso también depende. Lo que está claro es que Ares se ha puesto de moda. Por su situación, por su climatología, por su aspecto de pueblo, por ser llano y tener todos los servicios,  por estar cerca de todo, de Ferrol, de A Coruña, de la autovía... No pueden pedir más los aresanos.

Francisco García, de la asesoría Ocampo de Ares: “Asistimos a muchos grupos de edad diferentes”

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