Pronto el adoquín propio del barrio de A Magdalena será historia y vivirá en el recuerdo de sus “viejos” habitantes. Las reformas de calles van abandonando progresivamente este material de siglos de antigüedad por hormigón. Se hizo ya en su momento en la calle del Sol, en el Callao, en la calle Lugo, Iglesia o en San Francisco. La plataforma única viene para quedarse y no solo se lleva por delante el adoquín sino también las aceras, que dejarán de existir como tales.