El Ayuntamiento de Cariño se ha visto de nuevo en la obligación de restringir el consumo de agua, un año después de haber padecido problemas similares. En esta ocasión, la alcaldesa, Ana María López, emitía un bando municipal el pasado día 9 para advertir a los vecinos y vecinas del municipio de que las analíticas realizadas en la depuradora de Castro presentaban unos valores de níquel y trihalometanos que impedían su ingesta, quedando restringido, pues, el uso para las parroquias de Cariño y A Pedra.
En un comunicado posterior, el ejecutivo local hacía hincapié en que tampoco se podían utilizar las fuentes de O Pósito, O Campo y Praza da Mariña, al estar conectadas a la red de abastecimiento municipal. “A única (...) que garante a calidade da auga é a Fonte do Areado, en Susmundi”.
Así pues, con el Consistorio inició ayer un reparto de agua con un camión cisterna ubicado frente al mercado municipal. El vehículo volverá el jueves a la misma ubicación, entre las 11.00 las 18.00 horas.