La Casa da Cultura de San Sadurniño acogió ayer una de las citas más esperadas en la localidad, pero también para todos aquellos del mundo del audiovisual independiente que, en la novena edición del Chanfaina Lab, pudieron disfrutar de más de una veintena de producciones filmadas íntegramente en el término sadurniñense.
El actor Fran Nogueiras fue el encargado de conducir una gala en la que tomaron parte los diferentes realizadores, además de vecinos y vecinas del municipio y representantes de la administración pública –que provocaron una sala completamente llena–, y en la que se pudo admirar el total de las 24 creaciones que se llevaron a cabo en el pasado mes de septiembre, cuyas temáticas y perspectivas no dejaron a nadie indiferente.
La sesión –divida en dos tramos con un pequeño receso– presentó, además, una novedad respecto a las ocho anteriores. Y es que este año se inauguró el premio honorífico Bernandino de Lamas. Este galardón tiene un doble significado, pues por un lado hace referencia a uno de los pseudónimos del periodista ferrolano Alfonso Piñón Teixido, que llevó a cabo una gran cantidad de producciones, muchas de ellas en el municipio sadurniñense.
Por otro lado, este reconocimiento puso en valor el trabajo realizado por el cineasta Alberte Pagán, originario de O Carballiño, que en 2021 se hizo con el Premio Cineuropa y que participó en el Chanfaina Lab con la pieza “Superficies Forgoselo (granito)”, presentada en la primera edición de este encuentro.
El artista no solo destaca en el panorama audiovisual, en el que debutó en 2002 con “Conversas em Zapatera”, sino que también ha creado obras de ensayo, literatura o arte sonoro. Desde la organización del festival aseguran que esta decisión viene motivada por el gran “percorrido no ámbito do cinema experimental, no que abordou unha gran variedade de temas, linguaxes e técnicas ao longo de casa sesenta pezas, producidas cos seus propios medios”.
Entre todas las obras que vieron la luz en la gran pantalla durante la tarde de ayer, se pudo conocer, por ejemplo “Sansa (nicar)”, de Xosé Antón Bocixa e Mónika Chorén, pieza encargada de abrir el primer tramo de cortos de la jornada, o “Destino, perderse. A lei do constante intento”, de Irene Ávila, que avanzaba durante esta semana pequeños frangmentos de su propuesta a través de sus redes sociales en las que se podían apreciar los momentos de trabajo de la creadora.
La última en salir a escena fue “Onde me leven”, de The Sungirls, quienes iniciaron su carrera con una cámara Go-Pro en el interior de un coche y, en la actualidad, vuelven, en una edición más, al evento de San Sadurniño.
Con una sala repleta, como cada año, el municipio dice “hasta luego”, que no adiós, a una espiral de creaciones y creadores que pone en valor, sin duda alguna, el patrimonio local.