El Festival Internacional del Mundo Celta, el evento que durante ocho días convierte Ortigueira, un concello de 6.000 habitantes, en una ciudad de entre 70.000 y 80.000 personas, se pone en marcha esta tarde con el acto de inauguración, previsto para las 19.00 horas en la plaza Isabel II con el izado de banderas de las ocho naciones celtas y la actuación de la Escola de Gaitas municipal, a la que se sumarán varios artistas invitados.
El festival mantiene el formato del año pasado, menos comprimido, de ocho días de duración, una decisión que, según explicaba ayer el director, Alberto Balboa, tiene sus partidarios y detractores pero que, en cualquier caso, conlleva un esfuerzo logístico “tremendo”. “Supone unos problemas de infraestructuras y económicos que tenemos que estudiar”, asegura Balboa, que recuerda que, al margen del trabajo que significa la programación del festival, la planificación de las infraestructuras requiere mucha dedicación. “Todo es complicado porque durante ocho días estamos convirtiendo Ortigueira en una ciudad con miles de personas y lo que eso conlleva en el tema de buses, recogida de basura, limpieza o agua. Hay que actuar en todos los planos”.
No obstante, cree que este festival en versión expandida “está funcionando bien: hay muchísima gente, muchas actividades paralelas y muchísima programación artístico-musical, que es espectacular”, subraya el director del festival, “con los mejores grupos de todos los países celtas y todo ello complementado con obradoiros y actividades de todo tipo. Ortigueira ya es un auténtico hervidero”, finaliza.
Los primeros conciertos en el escenario Estrella Galicia serán esta noche, con SonDeSeu a las 22.00 horas y Talisk a las 23.15.
Mañana lunes será el primer día del Festival na rúa, con las actuaciones de la Banda de Gaitas de Ladrido (19.00 horas) y la charanga Alxibeira, una hora más tarde. Ya en el escenario principal, a partir de las 22.00 actuarán uno tras otro los tres finalistas del concurso Runas, es decir, Muro Kvartet, Alienda y Guieldu.