Años de intenso trabajo y múltiples agentes implicados –Ayuntamientos (Cariño, Cedeira, Cerdido, Moeche, Ortigueira, San Sadurniño, y Valdoviño), entidades amigas, comité científico, asesores, vecinos y vecinas o empresas, entre otros– han desembocado en que lo que se inició como un proyecto sea ahora una realidad: que Cabo Ortegal sea ya un Geoparque Mundial de la Unesco.
Así se decidió hoy en París durante la 216ª sesión del Consejo Ejecutivo de este organismo, una decisión que llega tras el examen de los documentos e informes emitidos en diciembre de 2022 por los auditores que visitaron el territorio el pasado verano, que hicieron a la comisión de la Unesco respaldar esta candidatura.
La Asociación para a Xestión do Xeoparque do Cabo Ortegal destaca la importancia de haber obtenido este distintivo, que posibilita e incentiva, inciden, la ampliación del conocimiento de este territorio. “É unha grande oportunidade para o desenvolvemento socioeconómico dos sete concellos, porque un Xeoparque, sobre calquera outra cousa, é un proxecto de desenvolvemento territorial. Supón algo máis que un impulso ao turismo, contribuíndo a xerar oportunidades no sector primario, mediante un aproveitamento sostible do territorio, e tamén para estimular ao sector secundario”, remarcan desde la entidad.
Cada uno de los 195 espacios que componen ahora la red de Geoparques mundiales de la Unesco tiene un discurso propio y diferenciado de los demás y se centra en una etapa concreta de la formación del planeta, “constituíndo así no seu conxunto un relato que nos mostra como se configurou a Terra durante millóns de anos”, explican los impulsores.
En el caso de Cabo Ortegal destaca su riqueza a nivel geológico, puesto que alberga rocas en superficie de más de 490 millones de años de antigüedad y materiales que habitualmente se encuentran a más de 70 kilómetros de profundidad, “algo excepcional e que se dá en moi poucos lugares do planeta”.
Este distintivo que ha logrado conseguir Cabo Ortegal no es permanente, sino que requiere de un trabajo constante para mantenerlo en el tiempo.
Así las cosas, cada cuatro años será preciso pasar de nuevo por una auditoría similar a la que se ha realzado ya, en la que se comprobará de nuevo sobre el terreno si se están cumpliendo o no los objetivos de desarrollo, conservación, educativos, científicos o de dinamización de la zona, entre otros.
La Asociación trabaja actualmente en la puesta en marcha de actuaciones incluidas en el Plan de Sostenibilidad Turística en Destinos (con un presupuesto de 1,5 millones de euros). Además, otro de los objetivos inmediatos será la puesta en marcha de un proceso selectivo para la constitución de un equipo técnico propio, que se encargará de coordinar y definir la estrategia para los próximos años “garantindo a estabilidade do xeoparque”.