Los vecinos de la parroquia de Queixeiro en Monfero se muestran preocupados por el estado de deterioro de la ermita de San Bartolomé, cuya fachada ha tenido que ser apuntalada para la celebración de las fiestas patronales el pasado 24 de agosto.
La capilla, que data del siglo XVII, necesita reparaciones urgentes que los vecinos estarían dispuestos a acometer, o por lo menos a poner la mano de obra para ellas. Sin embargo, ni el Arzobispado, al que ya se le remitió un escrito hace meses, ni la Dirección Xeral de Patrimonio han dado autorizaciones ni proyectado intervención alguna para la conservación del templo en el que ya solo se ofician actos por la fecha del patrón y algún otro puntualmente.
Ante el silencio de la administración y las autoridades competentes, los vecinos demandan que se de una solución a esta situación que ha empeorado en los últimos meses, teniendo incluso que pasar el suministro eléctrico de una casa vecina para poder oficiar misas en el templo.