“Después de la intervención clandestina del Concello en nuesta carretera de Taraza, un día de mayo de 2023, sin duda con su aprobación, los vecinos de Meirás nos levantamos a protestar”, así comienza la carta abierta que los vecinos de esta parroquia han remitido al alcalde de Valdoviño, Alberto González Fernández.
En esta misiva, los de Meirás expresaban primeramente su descontento por los nuevos contenedores que se han instalado en la zona, explicando que estos “ocupan un tercio de la carretera”, al igual que el nuevo pintado que facilita la recolección de la basura. Esto, según el grupo se hizo “sin tener en cuenta nuestra opinión, dificultando o haciendo imposible el tráfico en dos direcciones e incrementando el riesgo diario de accidentes de coches y peatones”.
El alcalde de la localidad, por su parte, ha subrayado que la modificación de la ordenanza de tráfico se hizo atendiendo a criterios de seguridad, tanto para los coches como para los peatones. Es un vial urbano en el que hay que ir a 30 kilómetros por hora y, al sacar los contenedores de las aceras, se busca la “protección del peatón”. Como explican desde el gobierno local, lo que sí que se ha modificado es el sistema de aparcamiento.
Hasta el momento existía una rotación semanal entre ambos márgenes pero, en la actualidad, solo se puede aparcar en uno de ellos –donde se encuentran los contenedores–. Asimismo, desde alcaldía se explicó que la existencia de nuevos contenedores no supone ningún tipo de alteración ya que estos últiles no son más anchos que un vehículo.
La discrepancia entre el consitorio local y las vecinas y vecinos de la zona es latente, y estos útimos recalcan que ya en junio de 2023 hubo protestas generales. Así, el escrito recoge que durante el verano pasado se remitió “una carta entregada personalmente en las oficinas del Concello con más de 150 firmas de sólo los lindantes de esta carretera”.
Por su parte, el gobierno valdoviñés recalcó que esta actuación no ha sido individual, sino que se aprobó en un pleno en el que estaba presente el total de la coorporación municipal. Asimismo, se recordó que esta acción, una vez propuesta, tuvo plazo para la presentación de alegaciones y desde el ejecutivo afirman que no se presentó ninguna.
Esta no es la única problemática vial que preocupa a los de Meirás. En la mencionada carta se habla de la “media solución, la cual hizo más daño que la enfermedad”, a los rellenos de “gravilla” que se efectuaron en la carretera de Taraza.
A cerca de esta cuestión, el Concello aseveró que este es un “proceso de triple asfalto” y que ha sido recepcionado tanto por el municipio como por la Deputación –quien lo financia–. Esta cuestión responde a un “tecnicismo” ya que en función de como se hubiese hecho en un primer momento la vía, no se puede aplicar cualquier modo de reparación.