No vamos a descubrir a nadie a través de estas líneas las bondades de nuestra gastronomía, esa que tantos conocen y disfrutan cada día. En los últimos tiempos la oferta gastronómica de la comarca y de la urbe naval ha evolucionado mucho y las nuevas aperturas, aunque beben de la tradición culinaria popular, se centran en un nuevo concepto, más moderno, fusionando diferentes cocinas de otras latitudes, sin dejar de lado nuestro producto, el principal bastión de la restauración de la comarca.

La aparición de este tipo de negocios ha ido relegando a otros con una oferta más clásica y quedan menos locales ya en los que disfrutar de lo mejor del mar, los  exquisitos pescados y mariscos. La tendencia pasa más por compartir platos en los que se disfruta de todo este excelente producto pero en pequeñas dosis y a un precio más reducido.

Uno de esos bastiones que resiste el paso del tiempo y es parada obligada para quienes quieran disfrutar de una buena mariscada en la zona es el Muíño do Vento, que se encuentra en Magalofes, en Fene, y estos días está siendo noticia en las redes tras pasar por el local hace unas semanas el conocido y a veces controvertido Pablo Cabezali, un madrileño con legión de seguidores a través de su canal de Youtube “Cenando con Pablo”, en el que acostumbra a grabar todas las catas que va haciendo por el país, con mayor o menor rigor, y acumulando sonadas controversias, críticas y también halagos de su más de medio millón de seguidores.

En esta ocasión invitó a la comida a otro influencer, el creador ditigal Lakhvir Montes (“@lakmontes”), que acostumbra a sorprender a sus seguidores con recetas de lo más disparatadas, atreviéndose a cocinar aquello que proponen quienes visitan su canal. Sirva como ejemplo de ello una tortilla de chuches y mango.
En esta ocasión se trataba de disfrutar del marisco de Galicia y lo han hecho, como lo han hecho también a la hora de pagar, destacando la calidad del producto que cataron y también el precio final que abonaron.

 El menú consistió en sopa de marisco (pidieron caldo gallego, que no suele estar en la carta en pleno mes de agosto), una empanada de berberechos que les encantó, camarones (al que retiraban las huevas) de tamaño “pequeño”, salpicón de bogavante (que también les entusiasmó), percebes (con clase magistral sobre como abrirlos y no salpicar), almejas a la plancha y queso A Zoca con anchoas, que también les encantó y sorprendió la textura de este excelente producto de Queserías del Eume. El menú lo finalizaron con dos postres de la casa: mouse de queso y milhoja de plátano y naranja, prefiriendo el primero. 

Al término de la degustación en este restaurante “de la montaña”, como el propio Pablo explicaba a sus fans, el youtuber aseguró que repetiría sin dudarlo propuestas gastronómicas del restaurante fenés como la empanada de berberechos, el salpicón de bogavante y las almejas a la plancha, coincidiendo los dos en que les habrían sobrado los camarones (tal vez por pequeños).

No faltaron las típicas apuestas de lo que terminarían pagando, quedándose ambos por debajo de sus cálculos (176 euros). En esta degustación, el influencer terminó satisfecho con el restaurante, que ha logrado mejor valoración que otra marisquería top de las Rías Baixas, en la que el precio le pareció desorbitado.

La comarca sigue presumiendo de bastiones como este de Fene donde prevalece el buen trato al producto y un precio ajustado.