La expulsión de Pep Caballé por doble amarilla en el minuto 69, cuando el marcador reflejaba un empate a un gol, condicionó el desarrollo de los últimos veinte minutos del partido que se disputó ayer en el Manuel Candocia, que se puso muy cuesta arriba para el conjunto que prepara Stili. 

Porque el encuentro no comenzó mal para la escuadra somocense, que llegaba a esta quinta jornada con solo un punto de 12 posibles –su rival, la Sarriana, con tres victorias en cuatro choques–. Fue superior en el primer acto y, de hecho, se fue con ventaja al descanso gracias a un gol firmado por Martín Rafael en la prolongación. El resultado hacía justicia y, a tenor de lo visto sobre el césped, incluso se podía quedar corto para los méritos de uno y otro equipo.

Pero, como sucede en muchas ocasiones, el paso por los vestuarios abrió un encuentro nuevo al que el conjunto visitante salió con mucha más concentración y energía. Los jugadores somocenses adolecieron de la intensidad necesaria para contrarrestar el empuje del rival y, fruto de ese desequilibrio de fuerzas, llegó el empate, obra de Azael. Era el minuto 63 y el gol sentó mal a los de Stili. 

Pep Caballé vio dos tarjetas amarillas poco después y, ya con diez, la dificultad se amplificó. Millán, que marcaría un doblete (minutos 76 y 89, cuando el Somozas ya estaba con nueve por lesión de Martín tras haber agotado los cambios). La nota positiva fue el orgullo mostrado por la escuadra anfitriona, que no dejó de luchar hasta el final; de hecho, conseguían recortar distancias en el tiempo de prolongación, por medio de Cambón. 

Con este resultado y los triunfos de sus perseguidores, el Somozas cae a la última plaza de la competición.