No es ningún secreto ni fuera ni dentro del vestuario racinguista que la situación verde es, por así decirlo, complicada. Si bien ni la frustración de Cristóbal Parralo como técnico ni la pérdida de confianza en su plantilla son factores que todavía puedan agitar más las cosas en la nave verde. Para el preparador local el “siguiente partido” es lo primordial, el camino a seguir, y en este caso, con el Levante como próximo “check point”.
El que firma unos números como el segundo entrenador que más partidos ha dirigido con el Racing reconoce que esa palabra, frustración, “forma parte del trabajo del entrenador. Afrontar los momentos buenos y los malos, ahora son malos y lo afrontamos con valentía y luego veremos lo que ocurre”, señala Parralo pocas horas antes de lo que se prevé como un nuevo duelo clave, “tengo que afrontar estos momentos, aceptar la crítica, lo que hay en el entorno y trabajar más que nunca”.
Una senda con más curvas que rectas en la que la solución para cambiar de camino es bien conocida por él y por todos. “Ganar, cuando ganas las cosas se ven de otra manera, hay confianza, las cosas parecen que salen mejor.. y cuando van mal cualquier situación te hace mucho más daño”. Y en esta segunda parte es, precisamente, en la que vuelven a estar los jugadores verdes.
En donde sigue habiendo confianza es en su plantilla para revertir esta situación y lograr la permanencia, como el mismo Parralo señala antes del comienzo de una semana de tres encuentros para salir del hoyo o enterrarse un poco más en él. “He dicho siempre que estoy muy contento con la plantilla que tengo, no voy a cambiar porque las cosas vayan mal”, subrayaba Parralo, “hay que confiar en la gente que tenemos, porque es la que tenemos y cuando llegue diciembre –en el mercado de invierno–, veremos qué pasa. No sabemos y como no lo sé intento centrarme en el presente”.
Tanto con el rendimiento de esa plantilla en el punto de mira como, por consecuencia, la figura del entrenador –”el eslabón más débil de la cadena”, señalaba el propio técnico hace unos días, cuando los resultados no son buenos–, el curtido preparador añadía que “se pasa muy pronto de héroe a villano y ahora me toca vivir esta historia y lo único que intento es trabajar por el bien del Racing. Eso es un entrenador, y un entrenador no se va a venir abajo porque las cosas no vayan bien. Yo voy a pelear aquí hasta el último día que esté”, apuntaba.
Con la formación granota en Ferrol “tocada” tanto por su eliminación de la Copa del Rey como por la forma, el foco vuelve a estar en el trabajo propio del conjunto verde que, como señala el técnico “vamos a salir a intentar a hacer las cosas lo mejor posible, tenemos que salir a darlo todo, al cien por cien. Tenemos que tener esa actitud para afrontar los partidos, pero hoy y siempre”.
En esta marejada en la que se encuentra el Racing todavía sin ver costa, Parralo entiende que la afición “quiera ver ganar a su equipo, nosotros también. Y lo que tenemos que hacer es que estén orgullosos del equipo”, apunta, con una restauración de confianza que empieza hoy.