El Abeconsa Basketmi tiene ante sí el difícil reto de conseguir la permanencia en División de Honor en las últimas siete jornadas. Hasta ahora, el balance no invita al optimismo: catorce derrotas en otros tantos partidos. Con todo, su técnico, José Manuel Teijido, no tira la toalla y, pese a todo, cree en las opciones de salvación. El camino empieza este mediodía –12.00 horas, pabellón Infante– ante el UCAM Murcia, un equipo con más victorias (ocho) que derrotas (seis).
¿Qué balance hace de lo que va de temporada?
El balance tiene de todo. En el parón de noviembre esperábamos que llegasen los fichajes, pero no fue así. Además, comenzaron a caer las derrotas en los partidos igualados y eso ha provocado que los jugadores estén más frustrados. Pese a todo, no creo que el balance esté siendo malo porque de Primera a División de Honor es un salto bestial y no tenemos lo que yo esperaba, que son los fichajes que nos iban a dar ese plus de calidad. Anderson Ferreira es el base de la selección y Juan Pablo Escobar es un chico grande que nos iba a aportar mucho. A la plantilla la veo psicológicamente cansada, pero es más la acumulación de derrotas que otra cosa, aunque espero que en los partidos importantes demos el nivel que tenemos que dar. Nos queda Vigo y Badajoz en casa, Joventut fuera... Aún hay opciones de conservar la categoría. Anderson tiene mañana –por hoy– cita en la embajada, así que entiendo que la semana que viene podría estar aquí.
¿La plantilla confía en poder sacarlo adelante?
Desde luego, yo, como entrenador, sí. Lo que pasa es que es muy difícil luchar psicológicamente con la cabeza de cada jugador. Yo les digo que quedan partidos, que esto ya nos pasó hace años, cuando ascendimos por primera vez a División de Honor. Entonces solo teníamos que ganarle a Joventut. Los otros 20 partidos acabaron en derrota y se asumieron. La diferencia es que este año, cuando ascendimos, hablamos de fichar, de competir, de intentar dar ese salto para meterse en la Copa. En el deporte es fácil perder la cabeza y volver a ponerla en su sitio es complicado. Sé que hay jugadores que van a rendir en cualquier circunstancia, pero otros tienen el bajón psicológico y, en el momento del partido que se desenchufan y ya no son capaces de recuperar. Creo que la llegada de Anderson puede actuar en ellos como un revulsivo.
La imposibilidad de contar con los fichajes cerrados en verano lo complicó todo...
Escobar firmó el contrato ¡en junio! Estamos en febrero. Con Anderson tardamos un poco más, pero a finales de agosto. Eso repercute en la plantilla porque, de los cinco fichajes, sabíamos que estos dos iban a ser diferenciales.
¿Qué dicen los veteranos del equipo?
Los veteranos lo van a dar todo, pero el estado anímico en los malos momentos acaba afectando a todo el grupo. No somos individualidades, somos un colectivo y si uno está mal repercute en los demás.
¿Cuántos partidos tienen que ganar para salvarse?
Es que hay opciones porque quedan siete partidos. De esos hay que ganar tres y nos enfrentaremos a equipos a los que es factible ganar. Vigo lo es: se demostró en la Copa Galicia, que perdimos solo de ocho, y les ganamos en el torneo de Portugal, aunque en la primera vuelta nos ganaron holgadamente. Con el Joventut, desde que soy entrenador, solo perdimos un partido (el de esta temporada y de un punto). También a Mideba Extremadura, que además tiene una sanción. Opciones, todas.
A nivel personal, ¿es su temporada más dura desde que es entrenador?
Sí, pero llevo al Basketmi en la sangre y tengo ese gen competitivo que hace que no me guste perder ni a las chapas. Uno puede ganar o perder, porque es deporte, pero lo que me frustra es no pelear los partidos. La primera vuelta los peleamos, pero en la segunda... Aun así, no me voy a rendir.