Ganador en Antalya y tercero en Gwangju, pruebas ambas de la Copa del Mundo, campeón de Europa y número uno del ranking mundial. No hay que quien pueda esta temporada con Miguel Alvariño (As Somozas, 1994), que atraviesa por el mejor momento de su carrera. “Lo que no te mata te hace más fuerte”, es el lema vital por el que apuesta el deportista de Pena de Eiriz para superar su exclusión de los Juegos Olímpico de Tokio después de haberse ganado la plaza y demostrar que está entre los mejores de la especialidad.
Defina con una sola palabra lo que está resultando la presente temporada para usted.
¡Espectacular! Por cómo estoy tirando, por cómo me lo estoy tomando y por estar de número uno en el ranking mundial... Es algo especial y único, que parece imposible, igual que las medallas que he ganado, para alguien de As Pontes, que entrena aquí y con los pocos medios con los que trabajo
¿Y esperaba que esto se pudiese dar esta temporada?
Esperaba que fuese un muy buen año. Pero también creía que el pasado iba a ser un gran año, pero los problemas con el material hicieron que la campaña me saliese mal. Las cosas no estaban para mí.
¿Qué pesa más en el cambio de esta temporada: la técnica o la mentalidad?
Sobre todo la mente: estoy disfrutando, no tengo la presión de demostrar nada a nadie y veo que he ganado más de lo que de pequeño me hubiera imaginado... Y a nivel técnico he cambiado algunas cosas. ¿Si el cambio de arco lo hace todo? Soy yo el que las mete, no el arco, pero tener la confianza de que no va a romper y que todo va a estar en orden da una especial confianza.
¿Ha superado el recuerdo de que le privaron de disputar los Juegos Olímpicos de Tokio cuando ya tenía la plaza?
Lo que me pasó en 2020 con la pandemia y plaza olímpica es algo que no perdonaré jamás, porque me hizo mucho daño a nivel mental. Pero no se puede vivir del recuerdo, como no se puede vivir de cuando gané mi primera medalla en 2013. Hay que vivir el presente, mirar hacia el futuro y, después del palo que me llevé, lo que prima es disfrutar y estar al máximo nivel y competir con cualquiera.
¿Cree que entonces estaría preparado para luchar por una medalla olímpica como parece estarlo en la actualidad?
¡El año pasado ya estaba listo para ganar! Es cierto que ahora estoy más preparado, porque cada año intento dar pequeños pasos adelante y ser mejor, aunque no se refleje a nivel de resultados. Pero desde 2013 he mejorado un poco y el año pasado estaba preparado para ser medallista olímpico... pero si no coges el avión a los Juegos no puedes lograr metal.
¿Su mente ya está puesta en los Juegos de París de 2024?
Si todo va bien, voy a recibir la beca ADO para volver a intentar el año que viene ir a los Juegos Olímpicos y eso me hace ser positivo. Mi objetivo, mientras siga tirando con arco, siempre es ser campeón olímpico y me siento preparado: es mi objetivo muy a largo plazo, pero mientras tanto pienso en el presente, seguir mejorando y disfrutar. El día que no sea capaz de disfrutar, cambiaré.
¿Encara ahora las competiciones con más confianza?
Sí. Ahora tengo un arco que me responde, estoy trabajando mejor que nunca a nivel mental y técnico y mi nivel no había sido jamás tan alto. Va a ser peor que el del año que viene, pero eso me permite enfrentarme a los mejores del mundo con las mismas opciones que tienen ellos de ganarme a mí.
Si llegar fue difícil, ¿cree que mantenerse lo será aún más?
Sí, claro. Lo difícil no es conseguir una medalla internacional. Lo realmente complicado es, hacerlo en 2013, seguir consiguiendo al menos una todos los años, llegar a 2022 y seguir progresando. Eso lo difícil, sobre todo a nivel mental.
Los resultados dicen que no me equivoqué al quedarme en casa
No cambian a Miguel Alvariño los logros de la primera parte de la temporada. Al contrario, el arquero de Ferrolterra mantiene hasta el extremo sus principios (seriedad, rectitud, sacrificio, competitividad...), algo que está seguro de que le va a hacer llegar lejos en una carrera que espera prolongar muchos años. As Pontes sigue siendo su lugar de trabajo y sus conquistas son el reclamo para que el tiro con arco sea un deporte cada vez más popular entre los más pequeños.
¿Cuáles son sus ojetivos para lo que queda de la presente temporada deportiva?
Mi objetivo real es seguir disfrutando, tener opciones reales de ganarle a cualquiera y tratar de conseguir más medallas. Yo quiero ganar siempre, que a priori es algo que parece imposible... pero lo imposible está para hacerse posible. Vamos a intentarlo, pero partiendo de disfrutar de lo que hago.
¿Se siente más reconocido por los éxitos que está logrando esta temporada?
Cuando uno gana mucho, los medios están encima de ti. Pero yo me acuerdo de quién estaba cuando era niño, cuando las cosas me iban mal el año pasado... Esa gente está también está a las buenas. No siento que lo tenga que demostrar nada a nadie o que tenga que sacar más medallas para ser mejor deportista. Solo se trata de disfrutar y de pelear con los demás por la victoria.
¿Está cada vez más orgulloso de seguir en casa y no en un centro de rendimiento?
La primera vez que me quisieron llevar a un Centro de Alto Rendimimiento fue en 2012... pero estoy feliz de estar aquí y creo que no me equivoqué. La prueba está en los resultados. Fue un acierto quedarme aquí, donde está mi familia, mi pareja, los mejores preparadores de España y del mundo, que son los del Sílex... Estoy superfeliz en As Pontes.
¿Espera que sus logros ayuden a poner de moda el tiro con arco entre los pequeños?
Obviamente, unos resultados tan buenos hace que la gente se quiera venir a este club. Me imagino que muchos niños de As Pontes y de la comarca que quieran tirar con arco se vendrán al Sílex. Solo espero que el club vaya adelante, que crezcamos y que las administraciones pongan un poco más de dinero para mejorar las instalaciones y poder entrenar con un poco más de calidad.