No fue un clasificatorio nada fácil para los ponteses Daniel Castro y Miguel Alvariño el que el pasado fin de semana disputaron en Madrid, abriendo así su período de competición para fomar parte del equipo nacional de arco recurvo en este importante año olímpico.
Para el primero, Castro, este debut se convirtió en todo un desafío personal y en un ejemplo para el resto de participantes. Y es que el de la villa sufrió el jueves una dura caída por las escaleras cuando iba a entrenar, por lo que tuvo que hacer frente a un clasificatorio –que comenzaba al día siguiente– con molestias en hombro, codo, rodilla y dedos. “Quise abandonar como cuatro o cinco veces, pero aguanté hasta el final. No podía casi ni abrir el arco, pero ya estoy recuperándome”, contaba el pontés.
Un esfuerzo que le dio la octava posición –accedían a la siguiente fase los ocho mejores–, si bien Castro no tenía necesidad de hacer frente a esta prueba para avanzar en esta carrera, al ser integrante de la selección el pasado año y asimismo por decisión de la comisión técnica. Pero él quiso hacerlo. “Quise ganarme mi puesto dentro de los ocho, costase lo que costase”. Y así lo hizo. “En cierto modo quise ser un ejemplo para el resto de la gente, de que no hay que abandonar cuando las cosas se tuercen”, sentenció el pontés.
Por su parte, Alvariño terminó este primer clasificatorio para él sintiéndose “muy bien y competitivo tirando, así que estoy contento”, a pesar de que el pontés acudió a Madrid con material viejo “lo que no me dejó sacar el máximo rendimiento a nivel de puntos”. A pesar de esto, Alvariño fue tercero y espera poder contar con material nuevo para el siguiente paso hacie el combinado nacional –”seguir de menos a más, que la temporada es larga”–. a disputarse a mediados de febrero.
Ahora, tanto él como Castro inician el viernes The Vegas Shoot, del circuito Indoor World Series.