Dos oros gallegos en el pabellón nº 4 de FIMO

Los boxeadores del DG Fighters Iker Hermida y Manuel Rodríguez terminan el año como campeones autonómicos joven y júnior, este último acompaña ahora a la selección gallega al ring nacional
Dos oros gallegos en el pabellón nº 4 de FIMO
Iker Hermida –oro gallego joven 75kg– y Manuel Rodríguez –oro gallego júnior 75kg– en el ring de DG Fighters / D. A.

Hace falta ir hasta un rincón casi escondido en A Malata para toparse con un pequeño oasis del boxeo comarcal. Localizado en el pabellón número 4 de FIMO, el Club DG Fighters, regentado por Dani Galdo, ofrece un espacio donde amantes de la práctica pugilística, de todas las edades y niveles pueden descargar tensiones, aprender y confraternizar. Se trata además de una auténtica incubadora de talento joven, y es que hace exactamente un mes dos de los habituales del local ferrolano se proclamaban campeones en el Gallego de boxeo juvenil de Noia.


Iker Hermida y Manuel Rodríguez, ahora oros autonómicos, dominaron el campeonato en categoría de peso 75kg: el primero, entre los aspirantes de 17 a 18 años –cuadro joven–, y su compañero, entre los de 15 y 16 –cuadro júnior–. Ambos cierran sus etapas en estos grupos de edad con la máxima presea de Galicia como broche, pero hablaban de tal logro con el temple que cabría esperar sobre el ring.
 

Rodríguez se enfrentó a una cara conocida en su combate final, el joven Lucas Pérez, del Boxing Vals, “un mes antes del Gallego ya había peleado con él aquí en el club, y ya le había ganado. Después ya sabía lo que tenía que hacer, los errores que tenía... Sabía lo que tenía que boxear y estuvimos trabajando en ello, salió y ganamos”, resumió. 

 

“Más o menos sí” era por otra parte la previsión que llevaba Hermida de alzarse como campeón para la cita de noviembre en el pabellón Agustín Molíns. “Yo no conocía a ninguno y me vi bastante cómodo, así que contento”, decía sobre su gesta. 

 

 


Cuando llegue el nuevo año, ambos buscarán revalidar título en una categoría superior, tomando el relevo Rodríguez a Hermida como campeón joven, y lanzándose este último a la competición sénior, donde los asaltos serán más, –tres se disputan en el boxeo amateur, el que practican los deportistas menores de edad– y de mayor duración. 

 

Ninguno dice que no tampoco a la posibilidad de dar el salto al escenario nacional, para el más joven, de hecho, una certeza inmediata, dado que Rodríguez forma parte de la selección gallega que esta semana –del 2 al 8 de diciembre– compite en el Campeonato Nacional de boxeo joven y júnior de Cartagena. Él tuvo oportunidad de unirse al combinado ya durante el verano, pero este promete ser un debut en toda regla.

 

 “Yo a los campeonatos siempre voy con la mentalidad de ganar”, afirmaba el boxeador, que se niega a competir de otra manera. Con un mes justo para recuperar y ponerse a punto,  "intento en los ‘sparrings’ siempre centrarme en el trabajo que tengo que hacer en la pelea. Después del Gallego, tocó corregir los errores de los vídeos que grabamos”.
 

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Rodríguez participa entre el  2 y el 8 de diciembre en el Nacional júnior; este lunes conocerá a su primer rival / D. A.


“Un deporte bonito”


Los dos canteranos del DG Fighters se iniciaban en este deporte al llegar al club ferrolano, cada uno por vías distintas. “Desde pequeño siempre me gustó el boxeo pero como que nunca me atreví a meterme”, explicó Hermida, que relató que “hace dos años mi madre me impulsó, estuvo mirando sitios, encontramos este, vine a probar y me gustó”. 

 

Rodríguez, que viene todas las semanas desde Cedeira, comenzó con el kickboxing y cuando le “empezó a llamar más el boxeo”, su entrenador del gimnasio le recomendó ejercitarse con Galdo. “Es un deporte bastante divertido, y aunque no quieras competir, que es más duro, es muy bonito y social”, valoró el joven. “La gente sobre todo tiene muy mala imagen por el tema de los golpes o tal, pero si no tienes un nivel de competición, hay gente que viene aquí, personas de 50 años, niños, niñas...”, compartía. 

 

El bienestar físico que proporciona una practica tan centrada en el cuerpo como herramienta, otro motivo para meterse, menciona Hermida. Y para aquellos que al igual que ellos se suben al ring a por algo más grande, los dos jóvenes campeones coinciden: a los golpes, uno se acostumbra. De su lucha por el oro salían de hecho en buenas condiciones, “yo tuve algún moratón en los ojos, pero bueno, es normal porque es una zona con la piel muy finita, muy sensible y es fácil que pase”, contó el cedeirés.

 

Su compañero salía del Gallego sin un rasguño; con todo, en el momento de su entrevista lucía un ojo algo hinchado, producto de un suceso rutinario: “entrenando, en un 'sparring' con un entrenador, –"yo llevaba casco y protección", puntualizó Hermida–, él se puso a hacer un ejemplo para un compañero y me dio un golpe, accidental obviamente, y se me infló un poco”


 

Dos oros gallegos en el pabellón nº 4 de FIMO

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