El Racing volvió por sus fueros en la despedida de una temporada histórica y a punto estuvo de llevar la final a la prórroga. “En el cómputo general hemos merecido más”, aseguró Parralo, que lamentó que los “siete u ocho minutos que concedimos” en Amorebieta hayan supuesto un castigo tan grande.
Para el preparador, el equipo recuperó hoy sus señas de identidad. “En la primera parte hemos jugado muy bien y tenido opciones para marcar; si lo hubiésemos hecho antes, el partido podría haber tomado otros derroteros”, explicó.
No dejó de intentarlo la escuadra verde y, por ello, Parralo no le pone “ni una pega porque ha dado la cara hasta el último día. Me voy muy contento y, si antes estaba orgulloso, ahora mucho más”, apuntó, opinión que, cree, comparte la afición que hoy se dio cita en A Malata. “Han venido a pesar del 3-0 y queríamos que se fueran orgullosos”, añadió.
Parralo se acordó de Joan Salvà, que iba a jugar pero que no pudo por una luxación de hombro. “Merecía jugar y demostrar que es un gran portero”, comentó el preparador, que no dejó de alabar la actitud de los suyos. “Me quedo con esa reacción, con ese pundonor, con esas ganas de dar otra alegría a la afición. Creo que la gente se va contenta porque ha visto a un equipo que lo da todo”, explicó.
Toca ahora planificar lo que viene. “Estoy muy ilusionado por poder trabajar con Carlos (Mouriz) en una categoría superior”, admitió. “Vamos a ver si somos capaces de tener una plantilla competitiva porque nos espera una temporada complicada”, aseguró Parralo, que advirtió de que “hay que ser humildes” y, por ello, afirmó que el objetivo es “consolidarse en esa liga: aprender lo que requiere para poder crecer”.
Sobre la plantilla, Parralo subrayó que esta “tiene que adaptarse a la nueva categoría”, aunque quiso dejar claro que el grupo humano de esta temporada ha sido “el mejor”. Es más, insistió: “Mejor equipo que este no creo que lo haya habido este año”.