No se fía el Racing de la enorme distancia que lo separa en la clasificación del Ceuta, al que se enfrenta esta tarde –19.00 horas, A Malata–. Tampoco de que su rival ocupa la posisión de colista del grupo 1, porque hace bien poco ha visto que es capaz de sorprender a escuadras que están muy por encima en la tabla. Así que el cuadro verde encara el partido desde el respeto y la humildad como camino hacia una victoria que lo mantenga en la zona que da acceso al playoff de ascenso a Segunda y consolide la línea de buen juego que ha realizado en las últimas semanas, que será el que lo lleve al principal objetivo que tiene marcado para esta campaña.
 

Confía el Racing en dar continuidad a la dinámica de resultados de sus últimos partidos, en los que logró una victoria y un empate. Estos marcadores indican que el equipo ferrolano atraviesa por una racha que tratará de prolongar el mayor tiempo posible para asentarse en las posiciones que dan acceso al playoff de ascenso, en el que quiere estar al final de la liga regular. Pero también espera mantener el buen juego que ha realizado en las semanas anteriores, en las que ha recuperado las señas de identidad que le hicieron brillar en la parte inicial del campeonato, jugando con velocidad y con verticalidad por las bandas.

Competencia

Inmerso ya en la segunda vuelta del campeonato, el cuadro verde es consciente de que a partir de ahora cada punto será mucho más difícil de sumar por la necesidad de todos los equipos. Es lo que espera de un Ceuta que ha dado un importante lavado de cara a su plantilla y que persigue engancharse a la lucha por la continuidad en el tercer nivel del fútbol español, zona de la que ahora está a once puntos de distancia. Así que el cuadro verde tratará de alcanzar la victoria para evitar esta opción.
 

El Racing, además, estrenará la nueva configuración que tiene su plantilla tras el fichaje de Manel Martínez y la salida de Dani Nieto. Con el delantero catalán gana un perfil del que no disponía en la parcela ofensiva –un rematador que domina el juego de espaldas–, pero con la marcha del mallorquín pierde a uno de sus jugadores más desquilibrantes entre líneas. Es la nueva configuración de una plantilla que tratará de estar entre los mejores al final de la liga regular para, así, luchar por el ascenso.