El Racing asumirá el papel de juez en varios de los partidos que tiene que jugar hasta el final del campeonato. Tanto en la lucha por clasificarse para los playoffs de ascenso –el próximo lunes contra el Almería– como por la pelea por evitar el descenso –Zaragoza, Tenerife y tal vez Cádiz, Albacete o Sporting de Gijón–, los resultados que se den en los encuentros del cuadro verde pueden resultar clave para el destino de los adversarios en la categoría de plata nacional.
Ya en el partido del pasado sábado, en el que el cuadro verde derrotó a un Eldense que se está jugando la continuidad en la categoría de plata, la victoria racinguista significó un golpe duro para su rival, que perdió la ocasión de salir de las cuatro últimas plazas. En las seis jornadas que le restan, el conjunto de la ciudad naval se medirá a rivales con necesidad, así que tratará de mantenerse con vida a costa de complicar la de los rivales en busca de los objetivos que tienen.
La presión de los adversarios a los que se va a enfrenta el Racing puede ser un arma a favor de la escuadra que dirige Alejandro Menéndez a tenor de cómo se desarrolle el choque. La necesidad de ganar que van a tener muchos de los rivales con los que el equipo ferrolano va a jugar puede resultar un arma que los haga jugar atenazados tanto para no meterse en la fase de ascenso a Primera –como le va a pasar el próximo lunes al Almería– como para no verse condenado a perder la categoría –como le puede suceder, sobre todo, a Zaragoza o Tenerife en sus enfrentamientos.
En cambio, le tranquilidad que tiene el Racing por estar casi desahuciado –está a quince puntos de la zona de permanencia cuando restan tan solo 18 por ponerse en juego– le puede dar más tranquilidad a la hora de jugar. Es lo que el cuadro verde espera aprovechar para, de esta manera, tener la posibilidad de seguir jugando mejor que durante casi toda la liga.