Más que sumar un punto, contra el Villarreal B el Racing perdió dos. Es cierto que el equipo ferrolano sigue siendo uno de los pocos equipos que aún no conocen la derrota en lo que va de campeonato, pero tras este partido se va con la sensación  de haber dejado escapar una victoria para la que hizo méritos. Porque, además de marcar dos goles y estrellar dos tiros en los palos, el cuadro verde fue el que generó más ocasiones para vencer. Pero dos errores puntuales le costaron quedarse con el empate.

Heber Pena copó el protagonismo del partido en los primeros minutos. Sus coladas por la izquierda terminaron en unos centros que generaron más o menos peligro. En uno de ellos, de hecho, Sabin Merino y Carlos Vicente estuvieron a punto de remachar el servicio, pero lo que no tuvo duda es que el dominio racinguista fue evidente durante este tramo inicial, en el que el cuadro verde encontró en la banda derecha otro foco para crear peligro, como sucedió en un par de remates de Carlos Vicente que el meta Morro frustró. 

El ímpetu racinguista fue a menos con el paso de los minutos, aunque enfrente el filial del Villarreal demostraba tener futbolistas de calidad, pero pocas ideas a la hora de atacar la portería racinguista. En realidad no le hicieron falta para adelantarse en el marcador, porque una pelota suelta tras un rechace fue aprovechada por Ontiveros para marcar por bajo ante el portero Cantero.

Era la primera vez en lo que va de campeonato que el Racing estaba en desventaja en el marcador y el equipo ferrolano no asumió la situación del todo mal. De hecho, en los quince minutos que hubo entre el gol y el descanso siguió teniendo el control de la situación y solo la falta de acierto de Jon Gracía y Heber Pena en sus remates impidieron que el partido llegase al intermedio con el tanteador igualado.

Locura

Ni cinco minutos tardó el Racing en empatar el partido gracias al penalti convertido por un Carlos Vicente que había sido objeto de la falta en  cuestión. Fue esta la llamada a filas a las huestes racinguistas, que a partir de entonces protagonizaron unos minutos de acoso constante sobre la portería rival, aunque este volvió a aprovechar un error de rival para volver a adelantarse en el marcador con un cabezado de Forés. El cuadro verde, aun así, reaccionó casi de inmediato a través del gol de Iker Losada.

Entró así el partido en una fase de locura en la que las llegadas, sobre todo a la portería del Villarreal B, fueron continuas. El cuadro verde, incluso, dispuso de ocasiones para ponerse por delante en el marcador, pero tanto Sabin Merino como Álvaro Giménez se encontraron con el palo. Por eso, el conjunto local se tuvo que conformar con un punto que le sabe a poco pero que, por lo menos, lo mantiene en una zona desahogada en la tabla clasificatoria a la espera de nuevos compromisos.