Ya son ocho las jornadas que el Racing lleva sin conocer la derrota. La última de ellas, además, significó la victoria sobre el Algeciras (2-1), resultado que lo aúpa a la cuarta posición y lo consolida en las posiciones que dan acceso al playoff de ascenso a Segunda. Fue un triunfo sufrido, como lo va a ser cualquiera que se consiga en el tramo final de la liga regular, pero que confirma que el cuadro verde sigue yendo a más... y todavía tiene margen de mejoría en las doce jornadas que aún quedan.
Se le complicaron las cosas al Racing a los pocos minutos cuando el Algeciras aprovechó un desajuste defensivo del rival para ganar la espalda de su defensa y dejar al delantero Roni solo ante Gazzaniga. El portero racinguista intentó cortar su acción, pero lo hizo con un penalti que Álvaro Romero transformó para poner por delante a los suyos. Este gol, además, sacó a la luz la peor versión de la escuadra de la ciudad naval, que se mostró frágil a la hora de evitar el peligro e impreciso en la salida de balón. Al menos, el cuadro visitante apenas fue capaz en esta fase de generar situaciones de gol, lo que hizo que su renta no se ampliase.
Poco a poco fue mejorando el equipo ferrolano su nivel, que empezó a combinar la pelota con más velocidad y precisión, aunque sin ser capaz de plantarse ante la portería contraria. De hecho, solo un remate tras un golpe franco que el cancerbero Rubén Miño detuvo “in extremis” se incluyó en sus ocasiones de la primera media hora, aunque el cuadro verde sacó partido a su primera ocasión, un pase interior de Jon García a Carlos Vicente, que resolvió su colada en el área con un pase atrás a Manu Justo que el delantero vigués remachó al fondo de las mallas para premiar la mejoría de la escuadra de la ciudad naval antes de llegar al intermedio.
Este buen nivel del Racing, de hecho, continuó en los primeros minutos de la segunda mitad, en los que movió la pelota con una velocidad y precisión que desmontó la defensa contraria. Así llegó el segundo tanto de la escuadra local, surgida de otra internada por la banda de Carlos Vicente, cuyo pase de gol fue rematado por Luis Chacón al fondo de las mallas. E incluso la renta pudo haber sido mayor si Manu Justo hubiese estado más certero con su tiro desde fuera del área.
Quince minutos duró este vendaval de juego de la escuadra de la ciudad naval, que en este tramo no tuvo demasiados problemas para desmontar la defensa visitante. Sin embargo, una vez pasada esta zozobra, el cuadro algecireño volvió a retomar el pulso del partido, intentando aprovechar cualquier ocasión de que dispusiese –un cabezazo detenido por Gazzaniga sobre la línea de gol fue su mejor opción–, aunque enfrente el Racing trataba de controlar el encuentro a través de la posesión... aunque con poco éxito.
De ahí que los últimos minutos se convirtiesen en un carrusel de idas y vueltas a las dos porterías, con ocasiones como el depeje de David Castro que estuvo a punto de convertirse en gol o las acciones a balón parado con las que el Algeciras creó peligro. Pero el marcador ya no se movió y los tres puntos fueron para el Racing, lo que le permite escalar a la cuarta posición de la tabla clasificatoria de la categoría. l