No fue el mejor resultado de la campaña, pero sí la mejor regata para la “Santa Olalla”. La tripulación aresana se entregó hasta el final en la cita de casa, la XV Bandeira Concello de Ares, empujada por los gritos de ánimo lanzados desde toda la orilla, desde el espigón hasta el paseo. Y no era para menos. 
 

Tanto dentro como fuera del agua la competición vivida ayer en la villa supone el hasta luego a la Eusko Label Liga para la tripulación dirigida por Pendo. Y es que la novena plaza firmada en la ría local, junto con las regatas restantes que quedan y la distancia con Lekeitio, condenan, ahora ya sí de manera matemática, a la trainera local al descenso. 
 

Una pérdida de categoría que sucedió en casa, arropados por los suyos, y en una regata a la que la “Santa Olalla” no le perdió la cara en ningún momento. Con salida en la primera tanda, como viene siendo habitual, y en la primera calle –cerca de su afición–, los remeros locales mantuvieron un ritmo alto y constante durante todo el trazado. 
 

Desde el inicio fue “La Sotera” de Santurtzi la encargada de ponerse por delante, mientras que a su estela se “agarraron” Ondarroa y Ares, mientras que la “Lekittarra” perdía ya cinco segundos tras el primer largo. En la vuelta, un Santurtzi haciendo su guerra, en la otra aresanos y ondarrutarras –a un máximo de cinco segundos de los primeros– y, ya cediendo más de diez, Lekeitio. A excepción de esta última embarcación, las tres de cabeza aguantaron los tiempos previos, pudiendo dejar lugar a la sorpresa para el último largo de la competición aresana. 
 

En estos últimos metros, con Ondarroa girando hacia la zona de abrigo, los vascos consiguieron una mínima renta de dos segundos sobre los patroneados por Hugo Rascado. Sin embargo, y a falta de 200 metros, el cronómetros se volvió a igualar y aquí fue donde la afición empujó a los suyos, permitiéndoles no solo hacerse con la segunda posición de su tanda –finalmente novenos en la general–, sino hacerlo con más de dos segundos de renta sobre los ondarrutarras, lo que se celebró con el puño en alto por parte de la tripulación local. Los aresanos tienen esta mañana en Boiro –que ayer fue quinta– una nueva ocasión de despedirse de Galicia en la Eusko Label y seguir endulzando el trago amargo del descenso.