El Banco de España ha propuesto este martes la puesta en marcha de medidas estructurales, ambiciosas y coordinadas para bajar la tasa de paro, que se encuentra en el entorno del 12 % y no prevé que vaya a bajar del 11 % en los próximos años, muy lejos de la media de la Unión Europea.
El director general de Economía y Estadística de la entidad, Ángel Gavilán, ha remarcado este martes que el objetivo debe ser acercarnos a la tasa de desempleo de otros países europeos, ya que la economía española "no tiene ninguna tara" respecto a ellos, y no solo abandonar las tasas de dos dígitos.
"No es una solución fácil para un problema que lastra la economía española durante décadas", ha añadido durante la presentación del informe trimestral de las proyecciones macroeconómicas para el periodo 2023-2026.
Ha apostado por coordinar de manera efectiva las políticas pasivas de empleo -que buscan proteger la renta de los desempleados- y las políticas activas, cuyo objetivo es favorecer la reincorporacion del capital humano al mercado de trabajo.
Así lo ha indicado precisamente el día en el que el Consejo de Ministros ha aprobado la reforma del subsidio de desempleo, que se elevará a 570 euros los primeros seis meses y a 540 euros los seis siguientes desde los 480 euros vigentes y será compatible con trabajar.
Respecto a esta reforma de "política pasiva", ha dicho que llega en "buen momento", pero ha lamentado que si de lo que se trata es de proteger a desempleados, "estamos fallando", teniendo en cuenta que la cobertura tiene un grado mucho menor que otros países de nuestro entorno como Alemania, Italia o Grecia.
"Hay margen de mejora", ha subrayado, al tiempo que ha apostado por "incentivar la vuelta al trabajo" estimulando la empleabilidad de los empleados, es decir, invertir más en formación al igual que hacen economías de nuestro entorno.
Otro de los aspectos a los que se ha referido Gavilán han sido los requisitos para tener una prestación, "más laxos" y "menos exigentes" en España si se comparan con otros países europeos.
Entre las mejoras posibles, ha citado dos que ya se incluyen en la reforma aprobada hoy por el Ejecutivo, como "los cambios en la duración de las prestaciones o sendas decrecientes, sin que se reduzca el nivel de protección" o la posibilidad de que algunos subsidios puedan complementarse con un trabajo durante un tiempo.
Además, ha puesto encima de la mesa la idea de que se reduzca la duración de las prestaciones en momentos en los que hay mucho empleo, ya que los desempleados tienen muchas más opciones de encontrar un trabajo, algo que ya funciona en Francia.
También ha propuesto utilizar las nuevas tecnologías para crear perfiles profesionales de los desempleados que faciliten el proceso de vuelta al mercado laboral o integrar mejor las políticas asistenciales, aquellas más enfocadas en proteger la renta de colectivos con empleabilidad muy baja o muy limitada.
Por otra parte, Gavilán ha reconocido que en los últimos trimestres se ha producido una llegada "significativa" de inmigrantes con un nivel educativo más alto y por tanto que no van a trabajar a sectores de baja productividad.
Es una dinámica que se espera que "se mantenga", que llega mucha gente que quiere trabajar y por tanto la población activa aumenta.