La primavera ya está aquí y no tardaremos ni una semana en tocar el cielo del verano.
Los días y la luz se contorsionan para proporcionarnos alegrías y energía. Con la subida del mercurio nos sorprende la falta de colorido y consenso floral en nuestros atuendos. Acudimos como locas a nuestros armarios propios o ajenos para ver qué nos sienta bien y nos sube el ánimo.
Para las que se declaran esclavas de la moda, las tendencias de los desfiles internacionales, si disponen de una buena chequera, es lo más apropiado. Pero hay mujeres que se rigen por sus gustos y, lo que es mejor, lo que se adapta a. Hay de todo para todas.
La moda puede adaptarse a la forma de ser y a cada cuerpo
Y quiero incidir en algo de lo que ahora se habla mucho, “la gordofofobia”. Lo vemos en las calles, transportes públicos y entre nuestras amigas. Las hay rellenitas y sin complejo, tipo Kate Winsley,
que luce curvas y cuerpo sin retoques con un brillo de rebosa en salud y felicidad.
Y encontramos a las obesas. Mujeres que debido a causas muy dispares tienen un sobrepeso que denota poco esfuerzo y un camino hacia la mala salud. No vale arrinconar, ridiculizar o despreciarlas. Simplemente acogerlas para ayudar en la medida de lo posible. (De este tema trataré en profundidad otro día).
Y concluyo deciendo que se puede vestir bien este verano acoplando gustos, calidad y precios. Una buena mezcla de estos tres preceptos os dará seguridad a la hora de elegir.
Se puede vestir bien este verano acoplando gustos, calidad y precios
Y por favor, comprar lo justo y necesario. Si os lanzáis a la calle compulsivamente, no actuaremos con razón y adquirirás prendas que luego se amontonan sin usar. Y esto es inadmisible.