La sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña acogió ayer el juicio contra cuatro detenidos, dos matrimonios, en el marco del operativo policial “Luxury” en el asentamiento ferrolano de Los Chaquetas. La Fiscalía había solicitado en su momento una pena de cinco años de prisión para estas personas –además de dos para una quinta que fue sorprendida abandonando el campamento ocultando un arma de fuego– por delitos graves de tráfico de estupefacientes.

No obstante, la vista se saldó por conformidad tras aceptar los acusados tres años de cárcel en el caso de los hombres y dos en el de las mujeres, así como seis meses la quinta persona que portaba un arma. Asimismo, el magistrado aprobó la petición de la defensa de suspender las penas bajo la condición de no volver a delinquir.

Los hechos se remontan al 4 de febrero de 2023, sábado, cuando más de un centenar de agentes de la Policía Nacional participaron en una macro redada en el mencionado asentamiento, situado en el Camiño do Paredón. Al parecer, los Cuerpos de Seguridad habían tenido constancia de que en este campamento se estaba comerciando con estupefacientes, estableciéndose a consecuencia un operativo de vigilancia que concluyó con la identificación del máximo responsable del presunto grupo criminal, así como de los roles que ejercían cada uno de sus integrantes –tenían una estructura que empleaba a politoxicómanos para controlar posibles movimientos policiales–.

Así, la operación “Luxury” se saldó con más de una veintena de detenciones y el registro de siete viviendas, decomisándose 13.000 euros en monedas fraccionadas y unas 25 papelinas de heroína –con un peso de 3,15 gramos y una pureza del 20,9%– y unos 8 gramos de cocaína –divididos en varios fragmentos, con una riqueza que oscilaba entre el 93 y el 70%–.

De este modo, las parejas residían en dos de lo galpones registrados –concretamente en los que se encontraron las drogas–. En cuanto a la quinta persona, una mujer sin antecedentes, fue sorprendida tratando de llevarse del campamento un revólver calibre 22 y munición en una mochila durante la redada.