La acusación particular en el juicio, con fecha todavía no fijada, del joven de 26 años que en marzo de 2024 mató a su padre, pide una pena de prisión permanente revisable. Tal y como detalla la defensa de esta parte, ejercida por el letrado Alejandro Seoane, se trata de un caso de asesinato con los agravantes de alevosía, ensañamiento y parentesco, con el condicionante además de “víctima especialmente vulnerable”.
Los hechos, como relata el escrito de conclusiones provisionales, se remontan al 31 de marzo de 2024, cuando el acusado se presentó en el domicilio que su progenitor, de 66 años, que compartía con su madre, de 90, para pedirle dinero “para ir a tomar algo”, recibiendo 20 euros. Tras pasar unas horas en un bar cercano, el joven regresó a la casa y, tras llamar a su hermanastra –que ahora ejerce de acusación particular–, se dirigió a la habitación de su padre, que estaba descansando en la cama, y comenzó a golpearle brutalmente.
Cabe señalar que la víctima padecía “múltiples patologías crónicas”, de ahí que se solicite el condicionante de vulnerabilidad, al no ser capaz de defenderse de ningún modo de la agresión. Asimismo, la defensa de esta parte solicita una indemnización para la mujer –que llegó al domicilio en plena agresión e intentó, sin éxito, detenerla– de 100.000 euros “en concepto de perjuicio personal básico y daño moral”.