El conselleiro do Mar, Alfonso Villares, aseguró ayer en su visita a la cofradía de Ferrol que su departamento está analizando pormenorizadamente la situación que atraviesa el marisqueo en la ría de Ferrol. “Hai un recurso que temos que preservar, iso é imprescindible, e é unha prioridade que nas seguintes campañas poidamos sacar produto”, explicó Villares, que también visitó la batea de reinstalación de la zona de San Carlos en compañía del personal de Seaga, que se encarga de gestionar la instalación que depura, de manera natural en aguas limpias, el marisco que se extrae de las zonas C, tanto de la ría local como de otras.

 
“Se agora mesmo hai un déficit”, añadió, “valorarano os técnicos das confrarías e tamén os nosos, e entre todos tomaremos decisións”. En esa línea, el conselleiro recordó que tanto esta semana como las anteriores han tenido encuentros con los pósitos afectados y que la que viene “volveremos xuntarnos para ver con todos os datos encima da mesa o camiño a tomar”.

Las declaraciones de Villares fueron bien recibidas por el patrón mayor de Ferrol, Gustavo Chacartegui, que valoró la “preocupación del conselleiro por la situación en la que está inmerso el sector del marisqueo” y porque, precisó, “se ha comprometido a, con toda la información detallada y precisa disponible, buscar el encaje para echarnos una mano en estos momentos”.

Chacartegui destacó que el interés de los mariscadores es “defender su puesto de trabajo” y eso incluye “su disposición a realizar tareas de limpieza o regeneración de todo tipo” a cambio de recibir la ayuda que “necesitamos en esta coyuntura”. 

El conselleiro tuvo tiempo también de comprobar el resultado de las inversiones en la lonja, como el aula mariñeira o la reforma de la pescadería A Túa Lonxa, cuya mejora se completó el pasado otoño.

Bateas

Villares también se desplazó hasta la batea de San Carlos, donde se depuran bivalvos procedentes de las zonas C –que, por lo tanto, no pueden llevarse a una depuradora, sino que debe reinstalarse en aguas limpias–.

Allí pudo conocer de la mano de los técnicos de la empresa de Seaga, que se encarga de su gestión, cómo funciona un sistema que el año pasado permitió la “recuperación” de 26 toneladas de bivalvos extraídos por las cofradías de Ferrol, Barallobre, Miño, Corcubión y Cedeira.