Alumnos de la Compañía de María aprenden en plena prisión que las drogas pueden arruinar vidas

Alumnos de la Compañía de María aprenden en plena prisión que las drogas pueden arruinar vidas
Los propios presos se encargaron de dar explicaciones a los alumnos ferrolanos I Cedida

Alumnos de 4º de ESO del centro escolar ferrolano Compañía de María participaron en los últimos días en un taller sobre concienciación sobre las drogadicciones, tal y como informó el docente Ángel Fernández. La iniciativa se enmarca en el programa “Di K Non as Drogas”, que se desarrolla de la mano de la Fundación Barrié y el centro penitenciario de Teixeiro. Se trata de una propuesta pensada para alumnos de Enseñanza Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional de los centros educativos que se centra en el intercambio de experiencias con presos de la Unidad Terapéutica Educativa del penal. 


Durante la última semana de colegio antes de las vacaciones de Semana Santa el alumnado participó en un par sesiones. Así, tal y como informó el profesor Ángel Fernández, la primera de ellas discurrió en el propio centro educativo. Miembros del equipo de profesionales de la UTE Teixeiro, acompañados por un grupo de seis internos de la misma unidad realizaron una serie de actividades para compartir sus vivencias, ofrecer información “y propiciar así la reflexión entre el alumnado y tratar de dar respuesta a las inquietudes del alumnado, ayudándoles al mismo tiempo a identificar situaciones de riesgo”, como informan desde el centro escolar.


Una de las actividades propuestas fue la poder disfrutar con la obra de teatro “El sueño de vivir”, de 15 minutos de duración e interpretada por los propios internos del penal coruñés. 


La segunda sesión de la que constó el programa tuvo lugar en el Centro Penitenciario de Teixeiro, donde los alumnos ya sí pudieron adentrarse en la realidad a la que deben hacer frente las personas privadas de libertad. El alumnado pudo convivir durante una jornada con los reclusos, realizaron varios talleres y hasta estuvieron encerrados en celdas durante un rato, para tomar mayor conciencia de lo que viven las personas allí encarceladas.


La actividad culminó con un divertido concierto a cargo del coro del módulo en el que participaron, como explican desde el centro. Por su parte, Ángel Fernández, subraya que la experiencia ha resultado “de lo más intensa y efectiva” y ha querido agradecer el trato recibido por personal del centro, y  a los reclusos, su “exquisito trato”.

Alumnos de la Compañía de María aprenden en plena prisión que las drogas pueden arruinar vidas

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