El pasado día 26, el gobierno local hizo pública su propuesta para el nuevo Plan de Mobilidade Urbana Sostible (PMUS), dando un plazo de una semana al resto de grupos políticos para presentar sus alegaciones.

Una vez concluido el período, el BNG ferrolano detalló ayer las diferentes enmiendas –un total de 25– que han aportado a la iniciativa. Así, el portavoz de la formación, Iván Rivas, detalló que la principal demanda de los nacionalistas es la realización de una nueva redacción del PMUS, dado que la actual resulta “incompatible” con los “principios básicos” de la movilidad sostenible y porque “carece dos mínimos requisitos” para cumplir con la normativa.

Al respecto de la primera observación, Rivas detalló que era precisa una mayor apuesta por el transporte público y por los aparcamientos disuasorios y subterráneos; una “definición clara” de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) que no suponga una discriminación para los vecinos; y la recuperación del espacio para las personas.

En cuanto a la segunda, el nacionalista insistió en que no se cumple la ordenanza de normalización lingüística al estar redactado en castellano y que incumple la Ley de economía sostenible. De igual modo, el portavoz apuntó que la propia propuesta es “incompatible” con el Plan Especial de Protección y Rehabilitación del barrio de A Magdalena, así como con la Axenda Urbana 2030 del propio gobierno local ferrolano.