La presente época estival, que comenzó hace poco más de dos semanas, está siendo especialmente significativa por la recuperación de decenas de actividades y festividades paralizadas durante los últimos dos años a causa de la pandemia de coronavirus. Uno de estos eventos, a día de hoy todo un clásico de la ciudad, es el mercadillo mensual de Caranza, que durante la mañana de ayer volvió a celebrarse.
Tal y como señaló esta semana la Asociación de Vecinos del barrio, tanto esta entidad como el Concello acordaron, en abril de 2020, la paralización de esta tradicional actividad por el estallido de la pandemia de coronavirus. Así, si bien la epidemia parece lejos de finalizar, el gran porcentaje de población vacunada y la levedad de las últimas cepas marcaron el momento idóneo para recuperar una actividad clave para la dinamización económica de la ciudad naval.
De esta forma, aprovechando el buen tiempo con el que comenzó la jornada, unos 25 puestos se instalaron a lo largo de la calle Juan de Austria y la avenida de Castelao. Ropa, calzado, artesanía y toda clase de enseres volvieron así a ponerse a la venta en las calles de Caranza, atrayendo a una notable cantidad de habitantes del área. Y es que, como señalaron el Concello y la entidad vecinal, este mercadillo no solo es fundamental para la dinamización del barrio –como demuestra la gran afluencia del mismo–, sino también una forma de ayudar a aumentar los ingresos de los titulares de los puestos, uno de los colectivos más golpeados por la pandemia de coronavirus.
Finalmente, desde la Asociación se recordó que cualquier vendedor que quiera ofrecer sus productos puede solicitarlo en cualquier época del año.