La práctica totalidad de la plantilla de las instalaciones de Einsa Print de As Pontes, donde la compañía ha presentado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a 154 trabajadores, el 69% del total, está apoyando la convocatoria de huelga promovida por el comité de empresa. La protesta, que comenzó el ayer jueves a las diez de la noche y se extenderá hasta la jornada de mañana, tiene como objetivo dar mayor visibilidad a la situación del colectivo, además de presionar tanto a la Dirección como a las diferentes administraciones, especialmente a la autonómica, a que medien en este conflicto para frenar los despidos.

Como parte de esta acción reivindicativa, los empleados han establecido una concentración permanente en la puerta de las instalaciones de Penapurreira, salvo entre las 12.00 y las 14.00 horas, período en el que la movilización se trasladó a Pontedeume, donde la firma de artes gráficas tiene una filial logística –no afectada por la medida laboral, como sí lo es la sede de Madrid–.

Del mismo modo, desde el comité de empresa se detalló el calendario de protestas para las próximas semanas, que comenzará el próximo miércoles 22 con una nueva jornada de huelga y una concentración a las puertas del Consello Galego de Relacións Laborais –donde tendrá lugar una nueva reunión del período de consultas–. El organismo también registró una convocatoria de paro de actividad los días 29 y 30 del presente mes, coincidiendo con el fin del trámite–.

Escasas mejoras

Por otro lado, el presidente del comité de empresa, Daniel Pena, explicó que en la última reunión con los abogados de la compañía, celebrada el pasado jueves, se planteó por parte de esta un plan de recolocación “que mellora un chisco o que marca a lexislación sobre os EREs”. No obstante, detalló, la corporación continúa firme en su negativa de incrementar las cuantías de las indemnizaciones de los empleados, que se mantienen en 20 días por año trabajado.

Asimismo, Pena detalló que, preguntados los representantes de la compañía por los planes para la planta de Penapurreira, estos respondieron que la intención de la firma es de mantener todas las máquinas, pero que “só haberá persoal para manter unhas poucas”, por lo que los empleados que se mantengan activos deberán “ir cambiando de posto en función do traballo haxa”. Así, desde la CIG sostienen que esta estrategia no es viable, por lo que “sospeita” que existe otro propósito para estas instalaciones.