Cientos de personas, a lo largo de toda la jornada, acudieron a la ermita de Chamorro este Lunes de Pascua para recuperar, después de dos años, la romería con la que la ciudad y la comarca prolongan un día más las celebraciones después de una intensa semana de procesiones. Las primeras veces después del covid, a pesar de que esté todavía muy presente, tienen un significado especial de renacimiento y los romeros –la mayoría a pie y muchos también en los buses gratuitos fletados para los mayores y personas con dificultades motoras– no quisieron dejar de poner el pie en el monte, a pesar de tener un ojo en las nubes y un buen abrigo encima. El carácter religioso se funde con lo popular y el propósito excursionista va de la mano del cumplimiento de promesas a la Virxe do Nordés o del ofrecimiento de velas y exvotos que también hermanan el culto precristiano que se atribuye a la zona –allí hay petroglifos y en el interior de la ermita, una piedra de abalar– con la posterior conversión.

El obispo de la Diócesis, Fernando García Cadiñanos, ofició la misa solmene del mediodía (durante la mañana hubo varias, cada hora) y la pequeña imagen salió en procesión tras dos años en los que la iglesia estuvo cerrada en estas fechas. El año pasado, cuando ya las restricciones se habían aliviado en parte, hubo quien hizo la excursión a pie pero sin que hubiese romería como tal.

Expectativas cumplidas

Con la romería de Chamorro se pone el colofón a la Semana Santa, que, para la Junta de Cofradías, después de “una larga espera” ha “cumplido las expectativas”. “Hemos visto como la Semana Santa transforma Ferrol y estamos contentos de haber contagiado energía y optimismo a la ciudad que tanto queremos”, comunican en sus redes sociales.

Transmiten su agradecimiento a todas las personas que lo han hecho posible y anuncian que en los próximos días compartirán fotografías y videos con lo mejores momentos.